
Tras protagonizar Misión Imposible, Tomás Crucero entró en el selecto grupo de tipos duros, es cierto que no está al nivel de los grandes pero es uno de los pocos actores que se prestan a hacer ellos mismos todas las escenas de acción (lo que le ha llevado a tener más de un accidente). El caso es que, con Misión Imposible, se ha creado una nueva saga de acción que sigue funcionando hoy en día (de hecho el año que viene se estrenará la séptima parte y ya hay prevista una octava). Por lo que el rival de James Bond sigue estando en forma.
La primera película fue muy buena, tenia un buen director, buenos actores y la historia era bastante creíble. Pero con esta segunda parte la cosa se fue un poco de las manos. Para empezar, el director era John Woo y esto se va a notar en las escenas de acción más exageradas e incluso cutres de la saga. Es cierto que ha partir de la cuarta la saga pierde el realismo en pos de la acción, como si de una Fast & Furios se tratara. Pero en esta segunda parte aun no estábamos preparados para ello. Y no es de extrañar que se haya llevado muchos palos hasta el punto de considerarla la peor de la saga.
Igual que la primera, la película cuenta con un buen elenco de actores. A parte de Cruise tenemos a Anthony Hopkins como el jefe, Thandiwe Newton como la chica y Dougray Scott como el malo. Repite Ving Rhames como compañero de equipo el cual será un fijo en el resto de las saga. El que aun no esta es Simon Peg, este aparecerá en la tercera y a partir de ahí será un fijo en el grupo de Ethan.

La peli se le criticó mucho en varios aspectos, por un lado en la parte que afecta a los españoles, eso de mezclar las fallas con semana santa no era algo que nos sentara muy bien. Ya sabemos que los yanquis eso de aprenderse un poco las costumbres de un país no lo llevan muy a raja tabla, raro es no haber visto a Cruise comiendo una paella en alguna escena. Pero esta crítica al fin y al cabo es solo local, al resto del mundo le importa tres pepinos. Lo peor es el resto. Tenemos muchas escenas realmente patéticas. Querían darle un toque guay y no les salió bien. Escenas como la “carrera” esa entre Ethan y Nyah dándose de hostias todo el rato. Las escena final de la moto haciendo el caballito y chocándose con el malo ¿? Las mil piruetas de Hunt a cámara lenta cargándose a los malos cual tipo duro («Jhon Woo approve»). El propio aspecto de Tom Cruise con esa melena, todo un escaparate para que el señorito de rienda suelta a su narcisismo y desproporcionado ego. En fin, tiene muchas cosas malas. La trama en sí relacionada con un potente virus (Quimera) y su única cura (Belerofonte) no son lo suficiente impactantes para arreglar todo lo anterior.
Aun así, Misión Imposible 2 es una peli que le tengo mucho cariño, supongo que al verla de pequeña siempre te marca más. De todos modos, todo lo que se hizo mal aquí lo arreglaron en una tercera parte que recupera el tono algo más serio y creíble. Pero eso no quita que esta segunda parte esté muy por debajo de lo que tendría que ser.