Parece que fue ayer, pero ya hace cosa de un año que me estrené como redactora en LASDAOALPLAY. No lo llamaría un hito en mi carrera, sin embargo me emociona poder celebrar este primer aniversario, y más sabiendo que, a partir de ahora, sobre mis espaldas recaerá una tremenda responsabilidad. Pero sin ponerme trascendental, lo cierto es que el primer día, los dos veteranos de esta casa se me acercaron y, muy serios, con sus penetrantes y profundas miradas clavadas en mí —permitidme ser un poco peliculera, casi como John Travolta y Samuel L. Jackson en Pulp Fiction—, me dijeron que, a pesar de que podía escribir lo que quisiera, existían unas normas de LASDAOALPLAY, un decálogo, lo llamaron, que marcaba una pauta sobre cómo y porqué escribían sobre cine, definiendo la personalidad de la web. Esto fue lo que me dijeron:

Nº1: No nos importa el formato.
En pleno combate entre cine y streaming, a nosotros nos da igual de que manera tenemos que ver una película, sea en las salas, pagando alguna plataforma, recuperando un viejo DVD o un VHS —sí, somos así de viejos—, o directamente tirando del TS-Screener más marrullero que nos puedan tirar a la cara; lo importante es poder la peli a cualquier precio.
Nº2: Las películas dobladas al castellano, por favor.
Eso sí, tal vez no nos importa el formato, pero para ser un auténtico lasdaoplayero la películas tienen que estar en nuestro idioma, y más teniendo en cuenta los maravillosos profesionales que tiene el sector. Ya que sin el doblaje, ni Sylvester Stallone tendría la voz de Ricardo Solans, ni Samuel L. Jackson la de Miguel Ángel Jenner, ni Gandalf la de Pepe Mediavilla… Vamos, que no podríamos repetir con naturalidad algunas de las frases más míticas del cine.
Nº3: No tenemos miedo a nada.
A pesar de que, como todo el mundo, tenemos nuestros gustos, lo cierto es que nos atrevemos a ver y a hablar de cualquier película —y, en consecuencia, de cualquier serie, cómic, libro o videojuego—, aunque eso nos lleve a perder horas de nuestra vida con tonterías, tostones o cualquier cinta infumable que se nos cruce por el camino. Y, además, esto nos ha llevado a descubrir tesoros escondidos como Aztec Rex, una joya dónde las haya… y sí, se tiene que notar la sarcasmo.
Nº4: No hay ninguna película mala, si alguien la ve con buenos ojos.
Aunque una peli sea considerada de las peores de la industria o de las menos exitosas, pero nos gusta, nada nos hará cambiar de opinión y la defenderemos a capa y espada, ya que probablemente es una de nuestras favoritas.
Nº5: No somos críticos, pero…
Pero siempre tenemos algo que decir. Ningún miembro del equipo se dedica a esto de manera «profesional», pero todos tenemos opinión y voz propia y nos encanta decir la nuestra, aunque eso implique no seguir la opinión generalizada de lo que popularmente se llama «público y crítica».
Nº6: No somos de cine de autor.
Salvo en los casos de Nolan, Spielberg, Tarantino, Scorsese, Lucas, Villeneuve y… Bueno, ya me entiendes, ¿no? Lo que no nos va es el cine conceptual, el artístico, el que no busca entretener sino mostrar la visión del creador sobre algún tema trascendental.
Nº7: Una explosión bien situada, siempre es algo positivo.
Ni que fuéramos discípulos de Michael Bay, no podemos negarnos a la evidencia de que nos encanta el cine de acción, por lo que un poco de adrenalina, sea con una explosión, una persecución o una patada giratoria bien contextualizada —o, al menos, que sea muy espectacular—, siempre será bienvenida. Y si, encima, tiene chascarrillo final, es el apoteosis.
Nº8: Un blockbuster siempre es sinónimo de peli buena, aunque sea mala.
Una historia sin demasiado sentido de dos horas de efectos especiales —mejor visuales que digitales, claro— y acción en un estreno veraniego sobre coches, naves espaciales o dinosaurios, por mala que sea, siempre será mejor que un retrato intimista sobre la vida familiar en el Medio Oeste estadounidense.
Nº9: Una peli, por mala que sea, siempre tendrá más sentido que lo digamos de ella.
Siguiendo lo que afirma Anton Ego en Ratatouille: «el hecho más amargo que debemos afrontar los críticos es que, a la hora de la verdad, cualquier producto mediocre tiene, probablemente, más sentido que la crítica en la que lo tachamos de basura», somos plenamente conscientes que, aunque digamos que una película es una mi**da, tiene más valor el trabajo que hay detrás de ella que lo que hayamos escrito sobre dicha peli.
Nº10: No vamos contracorriente, directamente nadamos en otro río.
Como ves, a pesar de que compartamos gustos con el resto de la humanidad y nuestras opiniones sean las típicas del cuñado en el bar, lo cierto es que nos importa un bledo si alguien tiene las mismas o nos mira mal por ellas, ya que mientras tanto nosotros seguiremos viendo las películas que nos gustan y hablando sobre ellas a nuestro ritmo… porque siempre nos retrasamos con los estrenos.
Cuando terminaron de enumerar la última —habiéndolo hecho como si lo hubiesen ensayado— uno de ellos prosiguió: «Puede que te sientas identificada, o tal vez piensas que somos lo peor en cuanto a críticos cinematográficos, pero, como hemos dicho, nos da absolutamente igual. Por mucho que digan, nosotros siempre tendremos el cine para nosotros solos cuando vayamos a ver el peor estreno del verano doblado en castellano varios meses después de que haya llegado a las salas y escribamos sobre ello cuando ya nadie habla sobre esa película».
Tras escuchar atentamente a su compañero, el otro me miró con una ceja exageradamente alzada y el gesto de Robert Newton en La isla del tesoro, y añadió: «Pero, por encima de todo, debes tener en cuenta que, parafraseando al genial capitán Héctor Barbossa, primero, no somos críticos, por lo que no tenemos que hacer nada al respecto; segundo, para aplicar el decálogo de esta web debes formar parte de ella; y tercero, este decálogo consiste en unas «directrices», no en auténticas reglas…» —Hizo una pausa bastante dramática y exclamó—: «¡Bienvenida a LASDAOALPLAY señorita García!».
Como comprenderéis, después de una presentación como esta, no pude negarme a formar parte de esto. Nos leemos.
