Las cosas en el Círculo del Mundo están cambiando más deprisa de lo que sus habitantes podrían esperar y desear. Los ejércitos del Norte bajo las órdenes de su rey, Bethod, está avanzando sin que nadie pueda pararlo hacia el sur, valiéndose de la fuerza de sus hombres así como de una extraña magia. Por otro lado, el Imperio Gurkish ha llegado a las puertas de Dagoska, ciudad que pretende mantener bajo asedio hasta que sea rendida o destruida. Desde la Unión, gobernada con flaqueza por centenares de burócratas que ponen por delante sus intereses a los de la nación, se miran estos hechos con medio, sabiendo que deben hacer algo, pero sin saber el qué. Para resolver ambos peligros, dos hombres sin parangón serán enviados para intentar evitar el desastre, aunque realmente están siendo apartados del centro de gobierno, ya que su valía les haría prevalecer por encima de los que ahora mismo gobiernan en lugar del rey.
Un Collem West ascendido a coronel es enviado a Angland, el territorio fronterizo con el Norte, uniéndose a las fuerzas expedicionarias del mariscal Burr, cuya misión es evitar que Bethod les arrebate ese territorio. Sin embargo, no solo tendrá que lidiar con los nobles que lo miran con recelo, sino también con la inutilidad del príncipe heredero, Ladisla, cuyas decisiones les pueden llevar al desastre.
Mientras, en el sur, el inquisidor tullido Sand dan Glokta es enviado a Dagoska como Superior de la Inquisición en la ciudad, dónde deberá investigar quién acabó con su predecesor, mientras que intenta mejorar las defensas de la ciudad frente al ejército Gurko, a la vez que intenta averiguar que miembro del consejo de la ciudad está traicionando a la Unión y planeando su propio asesinato.
Mientras todos estos sucesos hacen tambalear al mundo, una pequeña y peculiar compañía se dirige hacia al este liderada por el Primero de los Magos, Bayaz. A su lado están su aprendiz Malacus Quai, el norteño Logen Nuevededos, la antigua esclava Ferro Maljinn, el navegante Pielargo y el reciente vencedor del torneo de esgrima de Adua, Jezal dan Luthar, cuya misión consiste en llegar a la ciudad de Calcis, en el Viejo Imperio, para acabar con una amenaza que Bayaz se niega constantemente a revelar.
Tras los acontecimientos de La voz de las espadas, Joe Abercrombie sigue profundizando en su mundo de épica y fantasía, con la clara intención de mostrarnos la complejidad que este contiene, y lo consigue. Vemos que no son solo cuatro o cinco personajes recorriendo largos caminos para vivir aventuras, sino que también tienen una historia, tanto pasada como futura. En este sentido, aunque Logen y Sand dan Glokta siguen siendo los personajes más destacables, sobre todo por su forma de ser, descubrimos elementos en estos y en los demás, que cada vez nos hacen conectar más con ellos. Por un lado, Logen, por ejemplo, empieza a mostrar cada vez más a menudo un extraño y terrorífico poder que no puede controlar. Descubrimos que Ferro Maljinn no es tan arisca como la veíamos cuando se relacionaba con Yulwei, así como Jezal, que poco a poco, los hechos le obligan a ser cada vez menos pedante, y convertirse en alguien más completo, experimentado y, queriendo o no, diferente, al fin y al cabo.
Finalmente, otros de los personajes que, poco a poco, van ganando protagonismo, son el grupo de Tresárboles y el Sabueso, formado por norteños que huyen de Bethod pero que, sin poder impedirlo, verán que lo correcto será unir sus fuerzas con la Unión para hacerle frente.
Aunque el mundo de Abercrombie tiene su propia estructura, es inevitable compararlo con otras sagas de características similares, como Canción de Hielo y Fuego o El Señor de los Anillos, ya que, mientras se lee, es inevitable recordar ciertos pasajes de estas obras maestras. En primer lugar, imposible es no fijarse en que la visita de Sand dan Glotka a Dagoska, así como las modificaciones que hace en sus defensas, recuerdan mucho cuando Tyrion Lannister se convierte en la Mano y gobierna Desembarco del Rey y la defiende de los hombres de Stannis Baratheon. Y algo muy parecido sucede con la compañía de Bayaz, que, aunque no tienen que destruir un anillo, su misteriosa y, sobre el papel, imposible misión, y las diferencias entre sus miembros, la asemeja en extremo con la Compañía del Anillo que nos presentó hace años J. R. R. Tolkien.
A diferencia de lo que sucedía con La voz de las espadas, que parecía un extensa presentación de los personajes, en Antes de que los cuelguen se desarrolla una historia que, aunque no se sabe muy bien como acabara, se huele la conclusión que tendrá lugar en El último argumento de los reyes.