Tras el último trabajo de Daniel Monzón El niño que está triunfando en las taquillas españolas, que mejor que repasar una de las mejores, por no decir la mejor que este director mallorquín ha dirijido. La película está basada en la novela homónima escrita por Francisco Pérez Gandul.
Celda 211 narra la historia de Juan Oliver, un nuevo funcionario de prisiones que acude a su puesto de trabajo un día antes para conocer las instalaciones y el ambiente de la cárcel. Una vez allí, y debido a las malas condiciones en que se encuentra el viejo edificio, recibe un golpe en la cabeza y queda inconsciente. En ese mismo instante, los presos inician un motín. Por una serie de circunstancias queda desmayado en la celda 211. Cuando despierta y descubre lo ocurrido decide, hacerse pasar por un preso más para evitar que lo descubran. De ese modo conocerá al líder de la revuelta, un peligroso preso conocido como Malamadre.
Pocos trabajos ha hecho este director y ninguno con tanta calidad como este, Celda 211 es un claro ejemplo de como narrar una película, desde el principio sabe como atrapar al espectador con una narración rápida y directa, en seguida nos pone en situación dejando a un lado la introducción del personaje y otros aspectos que nos irá contando a posteriori a modo de flashbacks, de esta manera el espectáculo empieza pronto para mostrarnos el epicentro de la película: El preso Malamadre. Luis Tosar interpreta a un personaje enorme, la forma de ser, la cara de mala hostia y esa voz grave hacen que Malamadre sea uno de los mejores personajes que hay del cine español. La trama sabe como atrapar al espectador y juega con hechos muy cercanos y que podrían ser totalmente creíbles en nuestro país, los presos se aprovechan de que hay miembros de la ETA encerrados en esa prisión para poner en un aprieto a las fuerzas de seguridad, algo así como un as en la manga para intentar salirse con la suya. De esta manera el tuya y mía que mantiene Malamadre con los agentes se vuelve mas intenso conforme avanza la película. Daniel Monzón opta por darle el papel principal a un desconocido Alberto Ammann, su buena interpretación mantiene a la altura el nivel de la película. También aparece Antonio Resines en el papel de jefe de servicio, Resines es el Morgan Freeman español, no porque sea bueno si no porque está en todas las películas. Y mención especial a Releches (Luis Zahera), un preso al que las drogas le han dejado un poco tocado y a Apache, un preso colombiano interpretado por el hermano de Javier Bardem, Carlos Bardem.
Obviamente está pelicular se llevo muchos premios entre ellos ocho Goyas incluyendo la de mejor película, mejor director y mejor actor (Tosar), un claro ejemplo de que aquí también se pueden hacer buenas películas sin necesidad de contar con un gran presupuesto. Una gran película de las pocas que, por desgracia, se hacen en España.