
Jean-Claude Van Damme, alias “Los músculos de Bruselas” fue uno de los conocidos como “tipos duros” en la época de los ochenta/noventa, es por eso que formó parte de nuestro Decálogo del tipo duro, donde reuníamos a los diez tipos duros más duros de la historia del cine. Si en algo destacaba Van Damme es en el de ser un experto en artes marciales, especialmente en el karate. Su filmografía es bastante extensa, entre sus films podemos destacar Blanco humano (1993), Timecop (1994), Kickboxer (1989), Soldado Universal (1992), Street Fighter (1994) o la peculiar JCVD (2008), una cinta en la que se interpreta a sí mismo como actor y estrella de acción en horas bajas, diferenciándose de las típicas pelis de lucha que hacía. Esta última tuvo en general buenas críticas cosa que no se puede decir del resto. Pero una de las que más marcaron época, querida por los fans y que fue la que lo lanzó al estrellato es la de Bloodsport, o como se conoce en España Contacto Sangriento.
La peli está basada en la vida real de Frank W. Dux, interpretado por Van Damme, el personaje ha sido entrenado por un Sensei en las artes marciales. Principalmente para honrar a su mentor que ahora se encuentra en estado grave decide viajar a Hong Kong e inscribirse en un torneo ilegal de artes marciales conocido como Kumite o full contact que se celebra cada cinco años. En su llegada conocerá a otro estadounidense que también participa en el torneo Ray Jackson. En su lucha por ganar la competición se toparan con Chong Li el vigente campeón, un experto luchador frío y con fama de peligroso.
No es que fuera un éxito en taquilla pero si que es una película especial para los amantes de las artes marciales, sobretodo porque es una de las pocas películas en las que se muestra varios tipos de lucha, desde el Kung Fu, Muay Thai, Karate, Aikido, Jiu Jitsu, Sumo, entre otros. Está rodada en Hong Kong y nos muestra la ciudad con cierto detalle, escondido en unos callejones se accede al escenario del torneo donde nuestro compañero Van Damme hará uso de su experta condición como guerrero. Las cualidades interpretativas de éste dejan mucho que desear, así como el argumento o algunas escenas un poco ridículas. Pero hay que reconocer que este chico sabe pelear en serio. Los combates tienen cierta gracia y están bien logrados gracias a la variedad de estilos, aunque a veces se nota que ni siquiera se tocan o el siempre efectivo toque de sangre cuando te golpean en la cara. Pero aun así tiene su encanto recordar como enseñan a modo de flashback el entrenamiento que hizo o la banda sonora tan ochentera con buenos temas y acordes con el film, sin desmerecer la mítica patada voladora que tanta popularidad le dio.
En definitiva una buena peli de combates, de las mejores que ha hecho Van Damme y de las pocas que se pueden ver sin que el paso del tiempo les quite su dignidad. Una peli efectiva que va a lo que va, a los combates y deja lo demás a un lado. Entretenida de ver para todos los amantes del género.