
Broly. Posiblemente unos de los personajes más aclamados de la saga Dragon Ball, y eso que este personaje nunca ha sido canónico, no ha formado parte de la serie y lo hemos visto únicamente en las OVAs, es decir, en las películas de animación basadas en la serie pero que cronológicamente no coinciden con el argumento original y por lo tanto no forman parte de la trama original de la serie.
La primera vez que lo vimos fue en la peli Dragon Ball Z: Estalla el duelo (1993), en ella conocimos el origen de Broly y su revelación como el Super Saiyan Legendario, esta fue una de las mejores películas que se hicieron entorno a Dragon Ball y de las que marcaron más a la gente por el carácter de Broly y por su poder. Posteriormente se hizo otra Dragon Ball Z: El regreso de Broly (1994) donde coincidía la época en que Goku estaba muerto y el protagonismo se lo llevó Son Gohan, Gotens y Trunks, no fue tan buena pero todo el mundo pedía ver de nuevo a Broly. Para colmo aun habría una tercera Dragon Ball Z: El combate definitivo (1994) donde regresaba Broly convertido en una especie de cyborg. Pues bien, quitando videojuegos y algún que otro vídeo, esto ha sido lo único que hemos tenido de un personaje tan aclamado como Broly, hasta que Toriyama volvió a la carga con al saga Dragon Ball Super. Tras las películas de Dragon Ball Z: La batalla de los dioses y Dragon Ball Z: La resurrección de F por fin vamos a volver a ver a Broly y esta vez como parte de la historia principal.
Tras los hechos ocurridos en el anime y tras la finalización del Torneo del Poder, la Tierra disfruta de un periodo de paz y tranquilidad, algo que no durará mucho y es que Freezer sigue dando por saco, esta vez en encontrará a unos Saiyans exiliados en un planeta inhóspito, uno de ellos es Paragus y el otro su hijo, Broly.
Lo primero que llamó la atención tras los primeros trailers fue ver el tipo de animación que se realizó, una animación más clásica recordando a los animes de los noventa, pero mezclado con CGI moderno para recrear los efectos de poder y los momentos de acción. La trama coge gran parte de lo visto en la peli Estalla el duelo, pero también de la peli Dragon Ball Z: El último combate (1990), donde vemos al padre de Goku, Bardock, y la destrucción del planeta Vegeta a manos de Freezer. Pero los cambios vienen en seguida siendo el principal el carácter de Broly. Si en la peli clásica Broly era un ser que odiaba a Goku y se enrabiaba sin más, en esta parece un ser más apacible, más tranquilo, simplemente pelea por que le provocan. Y es aquí donde veremos los diferentes niveles de poder y una lucha que dura la mitad de la película. Así es, casi una hora de pelea entre Broly, Vegeta y Freezer, donde las diferentes transformaciones de cada uno irán sucediendo sin descanso. A priori, puede parecer exagerado pero los tiempos están bien medidos y no llega a hacerse larga. La película se centra mucho en estos personajes así que olvídate de ver a Gohan, Trunks, Mutenroshi, etc, solo Piccolo es el que aparece un rato. Algo que funciona para bien y es que no era necesario meter a todo el elenco como pasó con La resurrección de F. Lo único que iban a hacer era estorbar.

Lo que no me gusta (pero esto ya es algo venido de la saga Super) es la infantilización que se ha hecho con la serie, esta película es más infantil y se ridiculiza más a los personajes que en la saga Z (sobretodo a Freezer), además en ningún momento tienes esa sensación épica que tenían las anteriores donde los personajes iban siendo derrotados uno a uno hasta que unían sus fuerzas en un último ataque desesperado, aquí con la cantidad de niveles de transformación sabes que se pueden sacar uno más si es necesario, Broly además pierde ese terror que infundía en las anteriores, ahora es más humano y menos agresivo, pierde la gracia de lo que justamente era.
En definitiva, Dragon Ball Super: Broly esta por encima de las dos anteriores películas pero un peldaño por debajo de las pelis clásicas, lo bueno es que ahora tenemos a Broly y Gogeta como parte de la saga Super por lo que es algo que siempre se agradece. Ah y también una posible nueva transformación, por si no había suficientes.