La novela Dune de Frank Herbert es uno de los clásicos literarios más populares de la ciencia ficción. En 1984, tuvo su adaptación a la gran pantalla de la mano del director David Lynch. También se hizo alguna que otra miniserie y por supuesto, no podía faltar, también el desarrollo de algún que otro videojuego. El caso es que todo esto se hizo hace ya muchos años por lo que no era de extrañar que tarde o temprano tuviéramos una nueva adaptación de la novela, y más en estos tiempos donde se suelen abusar de los remakes, secuelas y demás. Pero sorprendentemente para la ocasión, se ha optado por ofrecer un producto alejado de las adaptaciones habituales de hoy en día, un blockbuster sí, pero podríamos decir de autor, y todo por que el director es ni más ni menos que Denis Villeneuve uno de los que más en forma está actualmente y de los que tienen su propio estilo personal.
Lo primero que hay que saber es que la peli solo es una adaptación de la primera parte del libro, por lo que, si todo va bien y la peli tiene éxito, en unos años tendríamos que ver una segunda parte. Y esto es importante porque tiene que quedar claro de que se ha arriesgado a hacer una peli que dependerá del éxito en taquilla para terminarla, no es algo que estuviera planeado, como en El Hobbit por ejemplo, donde ya se sabia que iba a ser una trilogía, así que de primeras es bastante arriesgado hacer algo así, y más cuando la peli se sale de los cánones de hoy en día. La peli es lenta, como pasaba en Blade Runner 2049 se toma su tiempo en mostrar a los personajes, a sus mundos, a toda la trama política y religiosa que hay tras ese universo. Y es que hay demasiado lore a su alrededor y si no somos seguidores de la novela, puede pillarnos descolocados, sobretodo en los primeros compases de la peli. Por suerte, esto se va solucionando con el paso de los minutos y poco a poco uno se va metiendo de lleno en la historia.
Si algo destaca en las últimas pelis de Villeneuve es esa estética tan limpia y aséptica, esas estructuras, esos planos tan abiertos donde observamos todo el escenario, esos movimientos lentos de cámara, cada plano está cuidado al detalle. Un gustazo a nivel visual. Las escenas de acción no son muchas y no caen en el tópico de mostrarnos muchas explosiones o movimientos de cámara rápidos, como si eso fuera lo único necesario, todo va a acorde con lo que se ha ido mostrando, de hecho, ni siquiera se abusa de los gusanos de arena -lo que más llama la atención de la novela-, todos estos detalles se han cuidado muy bien. Lo mismo pasa con la banda sonora, de la mano de Hans Zimmer, -quien si no- un experto en ofrecernos unos ritmos visuales acordes a cada secuencia.
En cuanto al reparto, se ha contado con grandes actores conocidos, tenemos a Oscar Isaac, Rebecca Ferguson, Jason Momoa, Josh Brolin, Stellan Skarsgård, Dave Bautista, Javier Bardem, Timothée Chalamet o Zendaya -que la promocionan mucho en el trailer pero sale muy poco- entre los más importantes. Un reparto de calidad pero que si bien, ninguno de los personajes me ha parecido realmente cautivador o emocionante, ninguno es realmente carismático, no es que hagan malas interpretaciones es que simplemente los personajes no son tan complejos como parecen. Esa es quizá la parte más floja del guion, ya que la envoltura es muy buena pero da la sensación de que le falta algo para ser épica, esa es la sensación general de la película, le falta algo para ser realmente especial. Es por ello que no me parece la mejor obra que ha hecho el director, de hecho La llegada sigue siendo mi favorita y Blade Runner 2049 estaría un pelin por encima de esta.
En definitiva, Dune es una grandísima película de ciencia ficción, una peli que vale la pena ver para alejarse de los blockbusters tan cansinos que tenemos en la actualidad. Tiene todo lo necesario para pasar un buen rato y disfrutar.