
Para los aficionados de las películas y series de acción, este fue uno de los estrenos más esperados del 2010. Sin embargo, esta vez la acción es enfocada desde una óptica más actual, ya que los protagonistas son soldados que participaron en la Guerra de Iraq —además de la del Golfo por parte de Hannibal Smith— y no en la de Vietman como sucedía en la serie original, además de el uso de nuevas y mejores tecnologías por parte de estos soldados de fortuna.
La acción se desarrolla antes de lo que sucede en la serie —salvando las diferencias cronológicas— dándonos la posibilidad de ver como se conocen los protagonistas y porque después son unos fugitivos de la ley.
A parte del reparto, del que ya hablaré más adelante, y a pesar de conservar la esencia de la serie, hay muchas diferencias respecto a esta y se rompen muchos mitos de ella, por ejemplo, aquí sí que muere gente no como en la serie que pasase lo que pasase y por muy grande que fuera la explosión los malos siempre salían tosiendo de entre los escombros. Otra costumbre que se rompe, a pesar de que aparece, es que los personajes no crean armas de matar a partir de chatarra, a parte de un par de chapuzas que hacen con partes de un coche. Lo que se mantiene y se mejora, gracias a los efectos especiales, son las escenas de acción; si los saltos de coches y todo tipo de vehículos, las bofetadas —al más puro estilo Bud Spencer— y las explosiones ya eran impresionantes en la serie, en este film son superiores y muy espectaculares, ya que se ha dado rienda suelta a los efectos especiales, no se ha reparado en gastos, y ha dado como resultado a una pieza redonda de acción cinematográfica.
Como ya he comentado, una de las mayores diferencias respecto a la serie original, es el reparto. Hubiese sido imposible reunir al Equipo A original por la ausencia de George Peppard —muerto en 1994— y por la reticencias que puso Mr. T por el hecho que su mítico papel de M. A. lo interpretara otro actor, a pesar de ello ha sido posible incluir a Dirk Benedict y Dwight Schultz en el reparto interpretando, a modo de cameo, a dos personajes sin frase. En esta ocasión el reparto esta encabezado por un excelente actor como es Liam Nesson, que a pesar de no ser un habitual en películas cómico-aventureras, esta vez se ha prestado a dar vida a Hannibal Smith, cosa que hace a la perfección, ya que a pesar de recuperar en su actuación la actitud de Peppard, incluye de su cosecha propia un Hannibal más humano y sufridor —incluso derrama alguna lágrima—, algo muy extraño en el personaje original, pero da un resultado de un líder afectuoso, valeroso e inteligente. M. A. es interpretado —sin cadenas de oro— por Quinton Rampage Jackson un luchador de lucha libre convertido en actor hecho que hace pensar su poca calidad como intérprete, pero al final resulta desenvolverse con soltura en los platós de cine, dando vida a un M. A. que llega a renunciar a la violencia e incluso a su tocado mohicano, pero no por ello debemos temer, ya que aparece, en la mayoría del film, como el M. A. que todos conocemos. Tempelton Fénix Peck —Face en la versión original— es interpretado por uno de los actores de moda y guaperas de Hollywood, Bradley Cooper, que después de aparecer, en un papel de guapo similar, en Resacón en Las Vegas, Historias de San Valentín y Loca obsesión, aquí además utiliza sus músculos y su pillería para vencer a los malos, cosa que hace a la perfección junto con su actuación. Para terminar el repaso del reparto del Equipo A, encontramos a Murdock, interpretado por Sharlto Copley, que después de haber cosechado un gran éxito en District 9, este sudafricano se pone en la piel del loco piloto de helicópteros, bordando su interpretación, ya que, a pesar de que en este film Murdock está más loco que en la serie, es una locura simpática y entrañable que nos arranca una carcajada a cada aparición, dándole el contrapunto cómico al film.

El reparto se completa con Jessica Biel, que interpreta a una militar que persigue al Equipo A, pero que pasa muy desapercibida su actuación, y Patrick Wilson, en el papel de Agente Lynch de la CIA, que es el malo malísimo que se aprovecha de su posición para conseguir más poder y dinero.
Otro cambio o, mejor dicho, ausencia destacada es la de la banda sonora original, que, aunque se va intuyendo con las primeras notas durante todo la cinta, no es hasta el final que los realizadores nos brindan la posibilidad de oír la mítica música de la serie de los 80, pero esta ausencia es justificada por el argumento del film, ya que el Equipo A, tal y como lo conocemos, nace después de lo sucedido en esta película.
Joe Carnahan dirige a la perfección a este conjunto de estrellas, tal y como hizo en Ases Calientes (2006), dándole un magnífico enfoque a la acción que consigue que no te pierdas ni un detalle de lo que sucede en la pantalla. El Equipo A es una peli redonda en su género, previsible en algunos momentos, pero entrañable ya que recupera, de forma excepcional, a unos personajes muy queridos por el público en general y se convierte en una excelente elección siempre que uno quiera ver una cinta de acción sin pretensiones.