Antes de empezar a hablar de la peli en cuestión querría detenerme en una cuestión más personal, en una reflexión sobre de cine que ha venido a mi cabeza a raíz de ver esta cinta. Últimamente, si bien de vez en cuando hay grandes estrenos y otros eventos que se nos anuncian a bombo y platillo, siendo la última entrega de Deadpool uno de los ejemplos más recientes; lo cierto es que desde hace un tiempo hay muy pocas pelis que, personalmente, me dejen satisfecho, queriendo repetir de la experiencia de verlas… pero con The Fall Guy me ha ocurrido precisamente esto. Saliendo de la sala sentí una sensación de sentirme a gusto conmigo mismo, sabiendo que había hecho una muy buena elección al ir a verla, y aunque sé que no es el estreno del año y, ni mucho menos, una gran peli, la he disfrutado como un mocoso. Desde hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto en una sala de cine, no tanto por la calidad de la peli, sino por la calidad del rato que he pasado. Y, ahora, al tajo…
Colt Seavers es un doble de acción de Tom Ryder, el último héroe de acción, aunque nunca haga sus escenas de acción, pero en un arriesgado truco al caer desde una gran altura, se herirá de gravedad y lo dejará todo de lado, no solo su trabajo, sino también la relación con Jody Moreno, una asistente que aspira a convertirse en una gran directora. Casi dos años después, cuando sobrevive, o malvive, como aparcacoches, la productora de Ryder lo llamará para que viaje a Australia para realizar algunas escenas para la peli que protagoniza Ryder y que dirige Jody, que lo ha reclamado personalmente. Pero al llegar, descubre que Ryder y su doble han desaparecido, y la productora le pide que intente encontrarlos, con la mala fortuna que Colt terminará convirtiéndose en el chivo expiatorio de la muerte del doble de Ryder, que es hallado en la bañera de un hotel. A partir de ese momento, Colt emprenderá una carrera contrarreloj para salvar su reputación, su carrera y, ya de paso, recuperar el favor de Jody.
De entrada, tanto por el resumen como por el tráiler se ve rápidamente que estamos frente a una peli de sobremesa, es decir, fácil de seguir y que prima más el entretenimiento que la seriedad fílmica; pero una vez uno se adentra en ella, a parte de disfrutar con una historia con bastantes giros y una puesta en escena digna de una gran cinta de acción, lo cierto es que está en la línea de esas maravillosas pelis de tipos duros de los ochenta y los noventa. Salvando las diferencias cronológicas, este papel de Ryan Gosling, con ese gesto de eterno despistado, se asemeja a algunos de Stallone y Schwarzenegger como Tango y Cash y Mentiras arriesgadas, o otros títulos recientes como Dos buenos tipos y Bullet Train que, curiosamente, tienen en común al protagonista y al director de The Fall Guy, el propio Gosling y David Leitch que, tras dirigir John Wick, Deadpool 2 y la susodicha peli del tren, ahora se atreve con la adaptación de una serie de los ochenta.
Porque sí, The Fall Guy es una serie de acción de los ochenta llevada a la gran pantalla, como también lo fueron Dos chalados y muchas curvas o El Equipo A, sin embargo, en este caso, es más acertada, porque se ha sabido trasladar la premisa al cine y a la actualidad, que no es poco, ya que un salto de cuarenta años no es moco de pavo.
A la vez, David Leitch, queriendo o no, hace un tributo magnífico a uno de esos sectores desconocidos del cine como son los dobles de acción, como también sucede con los actores de voz o los genios de los efectos visuales. Y no es para menos, ya que el propio Leitch empezó su carrera siendo doble de, por ejemplo, de Brad Pitt o participando en títulos como V de Vendetta, Daredevil o Matrix. En este aspecot, mediante el papel de Colt Seavers, veremos todo un abanico de escenas de acción que hacen los dobles, desde caídas, conducción extrema, escenas con fuego y un largo etcétera que, en muchas ocasiones, ni somos conscientes, convirtiendo a todos ellos, hombres y mujeres, en estrellas anónimas.
Bajo la batuta de Leitch un reparto de calidad encabezado por Ryan Gosling y Emily Blunt, y con nombres como Aaron Taylor-Johnson, Winston Duke y Hannah Waddingham, que si bien no llevan a cabo sus mejores papeles, cumplen demostrando el talento que poseen dándolo todo en una historia de la que no son protagonistas, sino que siempre quedan en segundo plano de la acción.
The Fall Guy es una cinta que seguramente pasará sin pena ni gloria por las salas, pero habrá algunos, entre los que me encuentro, que la defenderán a ultranza, no solo por el testimonio que deja sobre los especialistas, sino también por el buen rato que nos hará pasar cada vez que la veamos.