Caleb, un chico programador, trabaja para la empresa más importante de buscadores de internet, gana un sorteo el cual es invitado a pasar siete días en una casa paradisíaca para conocer al jefe de esa gran corporación, Nathan. Pero una vez en dicha propiedad Nathan tiene una sorpresa para mostrarle al chico, ser testigo de su nueva creación: un robot llamado Ava, Nathan le pedirá a Caleb que lo someta al test de Turing para ver si este androide, con aspecto de mujer, posee o no inteligencia artificial.
El test de Turing consiste en probar si una máquina tiene inteligencia artificial. Un hombre y una máquina se encuentran aislados manteniendo una «conversación» y el hombre debe determinar si con quien está hablando es un robot o una persona. En esta ocasión, no están aislados y Caleb y Ava pueden verse y mantener una conversación normal. Nathan le comenta que aunque él vea que es un robot, pueda llegar a creer que tiene consciencia.
Estamos ante la ópera prima del director Alex Garland, más conocido por ser guionista de varias pelis como 28 días después o Sunshine, y su inicio como director no podía haber sido mejor. Sin duda es una grata sorpresa encontrarte con un film como Ex machina, con solo cuatro personajes y un escenario se consigue crear una atmósfera y un guión muy elaborado. El peso de la trama cae en la relación entre Caleb, Nathan y la creación de este: Ava. Cuando Caleb conoce a Ava se sorprende al ver un auténtico robot femenino con un comportamiento muy humano. Cada personaje tiene un rol específico y están muy bien definidos en el desarrollo, Nathan no es el típico genio de la informática tal y como podríamos pensar, se emborracha, parece tener cambios de humor y suele ser bastante tajante en su forma de hablar, cosa que llevará a Caleb a cuestionar el motivo del porqué está allí, y más cuando habla con Ava la cual no parece gustarle a su creador. Y es que en ese momento Caleb parece creer más a lo que dice el robot que al humano. La peli juega con ese engaño de no saber quien es el que dice la verdad o quien miente, nos intenta llevar a un terreno para que creamos una cosa cuando en realidad está pasando otra, o eso es lo que nos puede parecer, porque a pesar de todo la trama está muy bien definida y somos nosotros los que caemos en esa trampa llevados por la inconsciencia de creer que siempre hay un malo detrás de todo. Es importante recalcar que a pesar de que el guión es bueno y los personajes son convincentes, no es una peli apta para todos los públicos, el ritmo es lento y está centrado en una única trama, sin que haya elementos secundarios o desarrollos paralelos, lo que puede llegar a ser aburrido para algunos. Es una peli a simple vista sencilla pero potente a nivel visual. Los efectos usados para la creación de Ava son simples pero efectivos, toda la peli transcurre en un edificio moderno y tecnológico, construido en medio de la montaña con grandes paisajes alrededor y sin ningún otro atisbo de vida humana, un paraíso totalmente apartado, un claro ejemplo de esa simbiosis entre lo natural y lo artificial, lo creado por la naturaleza y lo creado por el hombre, un reflejo sobre lo que nos muestra la película.
La película es buena de principio a fin, sólida, con buenos personajes y argumentada fuertemente, sin agujeros en la trama y sin medias tintas, con un final que es el que tiene que ser, que te puede gustar o no, pero es un final lógico que encaja perfectamente con lo demostrado en la peli. Una de las sorpresas del año, totalmente recomendable.
Nathan: «Un día las inteligencias artificiales nos miraran como a simios que caminaban erguidos condenados sin remedio a la extinción»