Esperaba con ganas la película de Furiosa, no solo porque Mad Max: Furia en la carretera es una de mis pelis favoritas, sino porque quería ver cómo George Miller expandiría su apocalíptico universo a través de los ojos de uno de sus personajes más carismáticos. Furiosa no llega al nivel de su predecesora (era prácticamente imposible), pero ofrece una experiencia valiosa y fascinante a su manera.
La historia de Furiosa se siente más como una epopeya que como una simple película de acción. Narrar la vida de Imperator Furiosa desde su infancia hasta su transformación en una líder rebelde nos da una comprensión más profunda de su carácter. Sin embargo, esta profundidad tiene un coste: la intensidad y la inmediatez que definieron Furia en la carretera se diluye en esta narración más extensa y en formato episódico.
La trama es rica en detalles y contextualización del mundo postapocalíptico. Pero, a veces, estos momentos ralentizan el ritmo y hacen que la película se sienta un poco dispersa. La historia de Furiosa como niña secuestrada por Dementus y luego esclavizada por Immortan Joe agrega capas a su personaje, pero también puede pecar de exceso de explicación en detrimento de la acción pura y la tensión constante que definió a su anterior entrega.
En cuanto al reparto, Anya Taylor-Joy es una actriz talentosa, y su interpretación de Furiosa es convincente. Sin embargo, no se puede evitar comparar su actuación con la de Charlize Theron. Charlize trajo un personaje que Taylor-Joy, aunque excelente en su estilo, no puede igualar del todo. Taylor-Joy aporta una vulnerabilidad que es interesante, pero la falta de la presencia imponente de Theron se nota en la pantalla. Por otro lado, Chris Hemsworth como Dementus es un villano competente pero no logra el impacto duradero de personajes como Immortan Joe. Su actuación es efectiva, aunque peca de ser demasiado cómico y hasta estúpido, ¿cómo ha logrado hacer lo que hace en la peli? la película además, recupera algunos personajes visto en la anterior entrega, como el propio Immortan Joe (aunque no es el mismo actor) y alguno de sus secuaces.
El aspecto que menos me ha gustado es el visual. Visualmente, Furiosa sigue siendo impresionante, aunque se nota una mayor dependencia de los efectos visuales y del CGI en comparación con la estética más práctica y visceral de Furia en la carretera. La primera parte de la película, que muestra la infancia y juventud de Furiosa, es especialmente llamativa pero también más saturada de CGI, echo de menos la suciedad y el sudor palpables que hacían que cada fotograma de Furia en la carretera se sintiera real y tangible. Las secuencias de persecución en el desierto, los vehículos modificados y las explosiones son emocionantes y visualmente impactantes. La atmósfera apocalíptica, con sus vibrantes colores y paisajes desolados, sigue siendo un festín para los ojos. Sin embargo, no puedo evitar sentir que algo de la magia y la chispa de la película anterior se ha perdido en esta.
Y es que comparar Furiosa con Furia en la carretera es inevitable y, al hacerlo, la nueva película no sale del todo bien parada. Furia en la carretera fue un torbellino de acción y adrenalina, una experiencia cinematográfica que dejaba sin aliento. Furiosa es más pausada, más reflexiva, y aunque esto no es de por sí malo, puede resultar decepcionante para quienes esperaban la misma intensidad implacable.
En resumen, Furiosa es una adición sólida al universo de Mad Max. No alcanza las alturas vertiginosas de Furia en la carretera, pero ofrece una mirada profunda y matizada a uno de sus personajes más fascinantes. Aprecio el esfuerzo de Miller por no repetirse y por intentar hacer algo diferente, aunque no siempre funcione a la perfección. Furiosa entretiene y expande el universo postapocalíptico de manera significativa, y aunque me dejó con ganas de un poco más de esa magia indescriptible, sigue siendo una película que vale la pena ver.