Gabbie y su hijo Travis deciden trasladarse a Gracey Manor para vivir y convertirlo en un agradable Bed and Breakfast, pero cambian de planes cuando descubren que la casa está embrujada. Para ayudarlos recurrirán a Ben, un antiguo experto de Nueva Orleans en fantasmas, sin contarle un pequeño detalle… que todos aquellos que entran en la casa serán perseguidos por los fantasmas que la habitan hasta que regresen a ella. Junto a ellos también está el peculiar padre Kent y decidirán reclutar a una médium a un profesor universitario experto en casas embrujadas, para hacer frente a la maldición que rodea Gracey Manor… y todo lo que ello conlleva.
Estamos ante una peli que apareció por sorpresa de todos, creo que incluso de los implicados en ella. De la noche a la mañana, Haunted Mansion apareció en las marquesinas de las paradas de autobuses, y como fan acérrimo que soy de Disneyland en seguida se puso en la lista de las cintas que debía ver en el pasado 2023. Lo curioso de todo el asunto es que aunque debo admitir que se trata de una peli familiar donde las haya y que no tiene nada bueno, lo cierto es que me ha entretenido y divertido más que algunos de los grandes estrenos de este año, hasta el punto que me sorprendiera gratamente… y que no me sorprendiera nada que se pegara una castaña en las salas y pasara desapercibida en Disney+.
Como suele pasar las cintas basadas en atracciones de un parque, por maravillosas que sean, hay pocas que tengan éxito, salvo Piratas del Caribe, lo cierto es que todas las otras han pasado sin pena ni gloria, desde la Jungle Cruise de Dwayne Johnson a Tomorrowland de Brad Bird, sin olvidarnos de La mansión encantada protagonizada de Eddie Murphy, que era demasiado Eddie Murphy para peli demasiado plana, hasta el punto que uno se olvidaba cual era la premisa de la cinta. En este caso, la historia no queda oculta bajo la larga sombra de actor con demasiado carácter, y se nota el esfuerzo que se ha hecho para llevar a la gran pantalla todos los elementos que hicieron grande la atracción de Disneyland, sobre todo, partiendo de algo tan bueno como la narrativa de esta atracción. Además, todo el reparto se deja llevar por una historia que es más grandes que ellos, a pesar de tener nombres del calibre de Owen Wilson, Rosario Dawson, Jared Leto, Dany DeVito o Jamie Lee Curtis, casi como si se montaran en la atracción y se dejaran llevar. En este aspecto, toda la cinta parece estar pensada para que descubramos detalles de la propia atracción, con guiños a los conocidos momentos que solo aquellos que han montado en ella podrán identificar. Descubriremos desde los juegos de espejos, los giros de la vagoneta aplicados a la cámara, la retahíla de fantasmas que pueblan la Gracey Manor original, los misteriosos recovecos de esta, hasta la maravillosa Madame Leota o al temible fantasma Hatbox… y todos esos elementos que hacen de la atracción un lugar especial.
Ahí reside el error, ya que aún tratándose de una atracción muy conocida, su adaptación cinematográfica solo es apta para los más fans o aquellos que disfrutan de elementos de cariz nostálgico; además, la faceta familiar se aproxima más a una que existía en los años noventa, cuando seguramente hubiese sido un éxito, y no en este caso que ni tan solo ha conseguido llamar la atención cuando ha llegado a todos los suscriptores de Disney+, pasando con más pena que gloria y siendo un patinazo de una factoría que no consigue sacar a relucir lo que los hizo grandes.
Haunted Mansion no es una gran peli, pero tampoco es una mala, se trata de una cinta mediocre, enfocada a un público familiar que solo busca entretener sin otra pretensión. Una cinta que hace unos años hubiese gustado aún siendo del montón, pero que hoy, con lo sobrepasados que estamos, no tenemos tiempo para disfrutarla… al menos la mayoría, porque yo me lo he pasado teta y he tenido la sensación de estar en uno de los parques de Disney.