Dentro de poco los alienígenas volverán a atacar la tierra, ahora estamos preparados, pero hace veinte años estuvimos a punto de ser derrotados, menos mal que tenemos a Estados Unidos, país capaz de hacerle frente a cualquier tipo de amenaza.
Unas naves enormes se plantan en el cielo de diversas ciudades del mundo sin que la gente sepa el motivo. La confirmación de vida alienígena hubiera sido de alegría y celebración si no fuera porque estos empiezan a destruir las ciudades. El presidente de Estados Unidos deberá de encabezar una lucha contra los invasores cuya fuerza y medios es muy superior. Por suerte contará con la ayuda de un experimentado piloto de cazas y un experto ingeniero de telecomunicaciones. Coincidiendo con el 4 de julio, la humanidad tendrá que luchar de nuevo por su independencia.
Todos conocemos a Roland Emmerich por su obsesión con destruir el mundo, y todos los monumentos emblemáticos, sobretodo de Estados Unidos. Ya lo vimos en Godzilla (1998), El día de mañana (2004), 2012 (2009), y por supuesto Independence Day, con una de las escenas más míticas destruyendo la casa blanca. Como siempre, su lado destructivo se junta con el lado más patriótico, Estados Unidos y solo ellos son los únicos capaces de hacer frente a cualquier situación. También es verdad que al fin y al cabo, las películas son americanas por lo cual es normal que todo pase allí. Su peculiar estilo de acción siempre viene mezclado con esos toques de semihumor y tramas sencillas haciendo que sean películas muy entretenidas y aptas para todos los públicos. De Independence Day se le ha dado por todos lados, pero creo que es de las mejores películas de acción de los años noventa, de esas que siempre se las nombra cuando se habla del género, a pesar de que cuente con todos los tópicos y clichés de la época. El reparto está a la altura y cuenta con actores de la talla de Will Smith como piloto de cazas guaperas y macarrilla, Bill Pullman como uno de los mejores presidentes que ha dado el cine o Jeff Goldblum haciendo de… Jeff Goldblum.
Uno de los puntos donde más se le ha criticado, y con razón, es la trama de meterle un virus al sistema de defensa alienígena para desactivar sus escudos. Sí, al parecer los extraterrestres usan Windows y desde un simple portátil se les puede colar un troyano. Malditos hackers. Como es lógico originó un montón de coñas. Otro de los momentos clásicos es el discurso épico del presidente de Estados Unidos que recita antes de la gran batalla final. Si es que con un presi así da gusto ser patriota.
Esta claro que no contentará a todo el mundo, pero Independence Day forma parte de la historia del cine para bien o para mal, para mí en su momento ya me gustó y a día de hoy sigo pensando lo mismo, aguanta el paso de los años. Esperemos que su segunda parte Independence Day: Contraataque que se estrena dentro de poco sea igual de entretenida.