
John Wick vuelve a la carga en una nueva entrega subtitulada Pacto de sangre, y es que la jubilación que parecía estar cerca se tuerce cuando aparece en pantalla el capo Santino, el cual le obliga a cumplir su deuda de sangre. A Wick no le quedará mas remedio que enfundarse de nuevos sus armas y liarse a tiros con todo el que se le cruce por delante.
Si en el primero fue un capo de la mafia rusa al que había que darle estopa, ahora le toca el turno a la mafia italiana, en esta nueva entrega vamos a encontrar todo lo que hizo grande a la anterior, por lo que vamos a ver más de lo mismo, pero mejor. Y este es el punto importante, John Wick 2 es capaz de mantener el nivel e incluso subiendo un poco el listón, hay más acción, más tiros, más peleas y sobretodo más muertes. La dirección ha optado más por ir directo al grano en comparación a su anterior película, los momentos pausados son menos y todo fluye de manera más rápida. Puede que esto haga perder la frescura y la originalidad de la primera pero a cambio ofrece un espectáculo y entretenimiento mayor. Eso sí, el aspecto del film se mantiene intacto, la fotografía sigue siendo preciosa con planos realmente bellos y la coreografía en los momentos de acción sigue siendo espectacular, aunque en esta ocasión se han vuelto algo exageradas. Ya sabíamos que Wick era una máquina de matar, pero ahora ya parece invencible, no hay bala, cuchillo o golpe que lo detenga, el estilo tiene cierto aire de cómic de superhéroes, algo que en ocasiones choca con el realismo que se mostraba en la primer película. Aquí hay escenas en las que se están disparando entre ellos y la gente caminando a su alrededor como si no pasara nada. En cuanto al guión sigue siendo bastante simple y con el mismo estilo que vimos en la anterior, tampoco necesita más aunque se agradece que en esta ocasión nos muestren más del micro-universo Wick, ese mundo clandestino de asesinos y esas organizaciones secretas con gente trajeada y de alto standing. El reparto mantiene algunos personajes de la anterior como el gerente del hotel Continental (Ian McShane) o su recepcionista (Lance Reddick) mas los nuevos de esta entrega como el capo Santino (Riccardo Scamarcio) o sus secuaces interpretados por Ruby Rose o Common, los cuales les pondrán las cosas difíciles a nuestro Wick. Pero sin duda el momento más querido ha sido el reencuentro en pantalla entre Neo y Morpheo, sí señor, Keanu Reeves y Laurence Fishburne vuelven a esta juntos en un film, recordando esa nostalgia pasada de haberlos visto en Matrix. Keanu por su parte sigue manteniendo esa interpretación más propia de Steven Seagal, vamos cero expresión. Es cierto que en el papel encaja perfectamente pero el tío sigue siendo un tronco interpretativo, aunque hay que reconocer que en las escenas de acción el tío se mueve bien y lo da todo.
En definitiva este capítulo dos de John Wick sigue manteniendo el nivel, mejorando incluso algunas cosas de la anterior, aunque el factor sorpresa ya no esté, es una de la mejores pelis de acción que hay actualmente y John Wick es un digno candidato a entrar en la tabla de los tipos duros del cine.