Con Jurassic World: Dominion se cierra, en un principio, esta nueva trilogía sobre Jurassic Park. Y como era de esperar, sigue sin ser nada del otro mundo.
La historia se desarrolla cuatro años después de los acontecimientos vistos en la segunda, para quien no lo recuerde, se liberan los dinosaurios que se habían salvado de la isla Nublar y que estaban bajo el poder de un magnate que quería venderlos al mejor postor. Pues esos que en un principio serian como mucho 30 o 40 dinosaurios, cuatro después parece que se han adaptado al nuevo mundo y conviven con los otros animales y humanos. Lo más sorprendente es que durante este tiempo, parece que ningún gobierno ha hecho nada para impedir está expansión dinosauril, y encima han ido aumentando de población. El caso es que nuestros protagonistas Owen (Chris Pratt) y Claire (Bryce Dallas Howard) viven aislados en una cabaña con la niña clon de la anterior película, Maisie (Isabella Sermon). Pero las cosas se complican cuando una plaga de langostas amenaza los cultivos del mundo.
Sí, habéis leído bien. Una película sobre dinosaurios y la trama principal es una invasión de langostas. No sé qué narices pensaban los guionistas para tener los huevacos de hacer algo así. Seguramente era la única escusa que encontraron para reunir a los actores más queridos de Jurassic Park. Porque sí, vuelven el Doctor Grant (Sam Neill), Ellie Sattler (Laura Dern) e Ian Malcolm (Jeff Goldblum) para unirse a los personajes de esta nueva trilogía. Y la verdad es que no son simplemente un cameo, tienen bastante peso en la trama y los veremos bastante en pantalla, de hecho, esta va a ser la única gracia de la película, ya que los actores cumplen bien y siempre se agradece verlos de nuevo. Por desgracia, la trama no es lo suficientemente interesante como para que estos actores aguanten la peli.
En esta ocasión, el malo es Dogson (Campbell Scott), el CEO de la empresa Biosyn, la rival de Ingen, que con lo de las langostas quería tener el monopolio de la agricultura, o algo así, porque la verdad es que esa trama no tiene ningún sentido. Por supuesto los únicos que pueden impedirlo son nuestros protagonistas porque a pesar ser una tragedia de escala mundial que puede acabar con la vida humana, no vemos en ningún momento actuar a los gobiernos del mundo, ni militares ni nada, como si no le importase a nadie eso. Así que, de la trama, nada bueno que comentar.
¿Y a nivel visual que es lo que nos queda? Pues tenemos bastantes apariciones de dinosaurios, lo cual siempre se agradece y un par de escenas bastante bien elaboradas, con cierta tensión, que es algo que se echa de menos en esta película. De hecho, a pesar de aparecer montones de dinosaurios muy peligrosos, prácticamente no se comen a nadie. La saga de Jurassic Park nunca ha sido muy violenta, pero muéstrame algo de matanza leñe, solo vemos a un extra al fondo del plano ser comido por un dinosaurio. En fin, no vaya a ser que se traumaticen los niños.
En definitiva, Jurassic World: Dominion es una peli más del montón que no consigue mejorar lo visto en las precuelas, con un guion muy flojo y alejado de la temática principal de dinosaurios. Solo se salvan la aparición de los actores originales y alguna que otra escena y guiño a la saga. Espero que se tomen un descanso y dejen tranquila a la saga durante bastante tiempo.