Normalmente en las películas de acción de invasiones extraterrestres, siempre vemos grandes máquinas alienígenas destruyéndolo todo y enfrentándose contra el diminuto poder de las fuerzas militares terrestres, que normalmente son estadounidenses, y a pesar de nuestra inferioridad armamentística, siempre nos las ingeniamos para derrotarlos con algún plan casi suicida en el que nuestro prota, que es un superhéroe americano, logra llevarlo a cabo in extremis, obteniendo la victoria para la humanidad. En esta ocasión no tenemos nada de eso. Nuestro prota es un simple padre divorciado, que le ha tocado el cargo de sus dos hijos justo cuando comienza la invasión de los extraterrestres. Su único objetivo es sobrevivir, poner a salvo a sus hijos intentando alejarse lo máximo posible del conflicto, por lo que no vamos a ver grandes batallas heroicas ni nada parecido. De hecho, la historia está enfocada en ellos y no veremos nada de otras partes u otros personajes, como mucho nos enteraremos de lo que pasa en otros sitios por los comentarios de la gente con las que se cruzan. La idea es ver un invasión desde el punto de vista de un civil cualquiera.
En su momento, la película dio mucho que hablar, estamos hablando de una adaptación de una de las novelas más conocidas de H. G. Wells publicada en el año 1898 cuya popularidad aumentó cuando Orson Welles en 1938 adaptó la novela para hacer un serial radiofónico en formato noticiario. Los radioyentes que se incorporaron con la narración ya inicia creyeron que se trataba de un hecho real, por lo que generó una oleada de pánico de la cual el propio Welles tubo que pedir disculpas públicamente. Una anécdota que aumentó la popularidad de la novela, llevando su adaptación a las series televisivas y al cine en 1953. Pero como decíamos, a esta adaptación se le dio mucho bombo por el hecho de contar como director al tan conocido Steven Spielberg, su adaptación cogió cosas de la novela, del programa de radio del 38 y de la película del 53, creando su propia versión con las ideas de las diferentes adaptaciones. El alto presupuesto (132M$) supondría una buena cantidad de efectos especiales, además su protagonista era Tom Cruise, otro peso pesado de la industria del cine, a pesar de tener todo lo que se puede esperar de una superproducción, la película al final no llegó a cumplir con las expectativas. No es que sea mala pero se quedó en un suficiente, una adaptación correcta y poco más. La historia y el desarrollo de la trama estaban bien elaborados, pero Tom Cruise estaba demasiado sobreactuado, teniendo que soportar a dos hijos insufribles. Está claro que el pobre Tom no lo va a tener fácil en la película. Un hecho habitual en este tipo de historias, es el de que al protagonista le pase todo lo malo que le pueda pasar en una película, pero al final siempre se salva acabando el film en un «happy end». Por desgracia, es algo que ya te esperas en este tipo de películas. La película podría haber dado mas de sí se hubieran cuidado estos detalles.
Lo peor del caso, es que la peli cuenta con ese tipo de errores que a los guionistas y productores parece importarles mas bien poco, parece que lo hagan adrede. Si los aliens lanza un IE (Impulso Electromagnético) que estropea todos los aparatos electrónicos, no pongas en la siguiente escena a un tío grabando con su cámara de vídeo. Detalles que cuando los ves te sacan de quicio, y no es que hayan pocos precisamente. En definitiva, la peli está bien, tiene una buena dirección, pero no logra impactar como debería, no llega a ser épica.
Una lapidaria:
-Esas máquinas salieron del suelo y lo destruyeron todo.
-¿Quiénes son?, ¿son terroristas?
-No, vienen de otra parte.
-¿De Europa?
-No Robbie, no vienen de Europa.