La Isla es de esas pelis que sin conocer nada, sabes que la ha dirigido Michael Bay, porque tiene todo lo que esperas de una cinta de Michael Bay.
La trama gira en torno a Lincoln Seis Echo (Ewan McGregor), un hombre que despierta en una instalación aparentemente idílica y controlada, sin poder salir al mundo exterior por un problema de contaminación mundial. Sin embargo, rápidamente descubre que su vida es una ilusión y que él y otros como él son clones creados para proveer de órganos a sus contrapartes humanas. La premisa plantea cuestionamientos éticos profundos sobre la naturaleza de la clonación y la moralidad asociada con la manipulación genética.
En su viaje de autodescubrimiento, Lincoln conoce a Jordan Dos Delta (Scarlett Johansson), una joven con la que se lleva muy bien. Juntos, emprenden una peligrosa travesía para escapar de la instalación y encontrar la libertad. En esta odisea, la película toca temas fundamentales como la identidad, la lucha por la independencia y el cuestionamiento de la realidad que nos rodea. Su trasfondo no deja de ser el mito de la caverna de Platón que tanto hemos visto en el cine, adaptado de mil maneras.
La dirección de Michael Bay es muy reconocible para lo bueno y para lo malo. Si bien es conocido por su estilo llamativo y lleno de acción, en La Isla logra encajar ciertos elementos de suspense y tensión, aunque muy a la ligera. Hay buenas secuencias de acción y persecución que son marca registrada de Bay. De hecho, recicla varios tipos de planos e incluso escenas muy parecidas que ya hemos visto en su película anterior Dos policías rebeldes II (Bad Boys II).
El elenco hace lo suyo y cumple con las expectativas. Ewan McGregor hace el papel de quien no necesita esforzarse demasiado para lucir bien, y Scarlett Johansson se le une de manera sorprendente. Sean Bean interpreta al cerebro detrás del proyecto de clonación y a pesar de caer en clichés, le da un toque interesante. Djimon Hounsou como el exmarine encargado de dar caza a los clones en fuga, cumple con su papel. Pero mención especial a Steve Buscemi, que nos regala una de las frases más inolvidables del cine.
El filme explora temas éticos y morales que son relevantes incluso en la actualidad. La cuestión de la clonación y el trato ético hacia seres creados artificialmente plantea cuestionamientos sobre la responsabilidad de la humanidad hacia su propia creación. El clásico jugar a ser Dios. Además, la película se adentra en la importancia de la libertad y la autodeterminación, resaltando el instinto humano de buscar la verdad y la independencia a pesar de las adversidades. Eso sí, la peli no está exenta de clichés y su trama puede resultar predecible en ciertos momentos. Bueno, la verdad es que en la mayoría de momentos. Está claro que esta es una historia que se podría haber explotado mucho mejor.
En conclusión, La isla es una película que, a pesar de su estilo visual y dirección característicos de Michael Bay, ofrece una reflexión intrigante sobre la clonación y la lucha por la libertad. Con un elenco bastante acertado y buenos momentos de acción, la película se convierte en una opción interesante para aquellos que buscan entretenimiento con un toque de reflexión en el género de la ciencia ficción. No es la mejor película, pero es entretenida.
—¿Qué es Dios?
—¿Alguna vez has cerrado los ojos y deseado algo con todas tus fuerzas? Dios es el que te ignora.