En el Círculo del Mundo, varios reinos e imperios viven en paz, una paz muy tensa, pero en paz, hasta que los antiguos y bravos guerreros del Norte se despiertan y deciden tomar lo que creen que es suyo y no de la Unión. Al mismo tiempo, en el sur, el Imperio Gurkish, viejo y vencido enemigo de la Unión, no duda en alzarse en armas para empezar una nueva guerra. En un momento de la historia en que la guerra es más que inevitable, varias personas emprenderán, sin saberlo, un camino hacia lo desconocido. Logen Nuevededos, un guerrero forajido del Norte, pierde a sus compañeros pero se encontrará con Quai, un aprendiz de mago, con el que viajara hasta las puertas de la Gran Biblioteca del Norte, dónde conocerá al Primero de los Magos, Bayaz, que vive apartado de la civilización que él mismo ayudó a construir, aunque no por mucho tiempo. Sand dan Glokta, un soldado tullido convertido en temible inquisidor, tendrá que hacer frente a una conspiración en el gremio de los sederos de la capital de la Unión, y, para ello, no dudará en utilizar a sus crueles ayudantes, los practicantes Frost y Severard. Jezal dan Luthar, un joven y apuesto soldado de la guardia real, a pesar de las tensiones que se están viviendo en el mundo, tiene su mente fijada en lo único que parece importarle a los que tiene alrededor, el prestigioso certamen de esgrima, que tiene que ganar sí o sí; sin embargo, en su camino, se cruzará Ardee, una apuesta mujer plebeya de Angland, hermana de su comandante y amigo, Collem West. Ferro Maljinn, una esclava del Imperio Gurkish, hará todo lo posible para vengarse de aquellos que la convirtieron en una mercancía, pero todo cambia cuando se cruza en su camino el anciano Yulwei, que la llevará por otro y más importante camino.
Valiéndose de diferentes puntos de vista, Joe Abercrombie nos cuenta una historia y nos presenta un mundo digno de las mejores sagas de fantasía épica de la historia. En una misma historia, nos sumerge en un mundo no solo estilo medieval —como sucede Canción de Hielo y Fuego—, sino también se atisban ciertos aires del renacimiento en lo que es la capital de la Unión, así como a los imperios de Asia y África que vemos en Gurkish, pero lo hace de tal modo, que todos parecen encajar, teniendo sus más y sus menos en los campos de la cultura y la guerra.
La narración es muy fluida, los diálogos y los pensamientos internos de los diferentes personajes que protagonizan La voz de las espadas hacen que se vaya pasando una página tras otra mientras no dejas de avanzar en una historia que, aunque muy enmarcada en un género, no deja de sorprendernos palabra a palabra.
Una de las principales bazas de esta novela —así como del resto de la saga— son los personajes, que sin bien arquetipos —un guerrero cruel, un villano sarcástico que puede que no sea tan villano, una mujer guerrera, etcétera, etcétera—, tienen ciertos elementos que los hacen excepcionales. En este sentido, si algunos personajes destacan por encima de los demás, son, sin duda, los Glokta y Logen. El primero destaca por algo que es inevitable, es el clásico malo que nos cae bien, al más puro estilo de Tyrion Lannister, y es que a pesar de que en realidad es un villano de arriba a bajo, su historia así como la manera de afrontar la dureza del presente, hace que sus capítulos sean los mejores, en los que te ríes con los sarcasmos e ironías que lanza a los demás personajes con los que interactúa o él mismo. Por otro lado, otro de los personajes que sobresale es Logen Nuevededos, por un lado es al primero que conocemos y durante sus primeros capítulos nos convertimos en su único compañero mientras recorre el Norte, pero, además, a medida que va conociendo a otros personajes como Malacus Quai, Bayaz o el propio Glokta, descubrimos que es algo más que un gran y temible guerrero. Sin ir más lejos, cuando descubre Adua, la capital de la Unión, deja de ser ese temible guerrero para convertirse en un indefenso turista que se ve superado por todo cuanto le rodea, convirtiéndose en el personaje más humano y con el que uno pueda identificarse de todo el repertorio de La voz de las espadas.
La única pega, si es que puede considerarse una pega, es que cuando se termina de leer La voz de las espadas tiene una extraña sensación, ya que si bien te ha gustado, te deja un poco cortado, como si, en realidad, este libro no fuera más que el planteamiento de una historia, que todavía necesita dos partes más. Por suerte, la publicación de la saga La primera ley no se detuvo aquí, sino que cuando se llega al final del presente libro, aun quedan por disfrutar, como mínimo, dos más, Antes de que los cuelguen y El último argumento de los reyes, que tarde o temprano llegarán a esta web.