Loki ha vuelto, mientras Fury y sus colaboradores están trabajando en un extraño cubo de energía ilimitada, el villano de Asgard ha conseguido regresar a la Tierra tras estar supuestamente muerto, para someterla por la fuerza. Entonces el líder de SHIELD decide recurrir a la iniciativa Vengadores, olvidada durante años, para encontrar a Loki y sus secuaces que se han hecho con el cubo. Tony Stark, Steve Rogers, Bruce Banner, Natasha Romanoff y Clint Barton, más conocidos como Iron Man, Capitán América, Hulk, Viuda Negra y Ojo de Halcón, se reúnen para hallar a su enemigo. Pero cuando lo atrapan en Alemania, un hombre caído del cielo llega a la Tierra, el asgardiano Thor ha regresado para hacerse con su hermano. Después de un ataque sorpresa a la base móvil de SHIELD, este grupo de héroes, que hasta ese momento han luchado solos, deciden unirse para enfrentarse a un rival muy poderoso procedente de otro planeta… y si no consiguen salvar la Tierra, al menos, la vengarán.
Por fin el momento había llegado, después de un recorrido de cinco películas en cuatro años, los señores de Marvel liderados por Kevin Feige y Joss Whedon se atrevieron lo que nunca nadie antes se había atrevido a hacer, una peli coral en la que varias grandes estrellas interpretarían su parte en una historia épica… lo que nunca se imaginaron es que cambiara la forma de hacer del cine en general; después de Los Vengadores todos quisieron tener sus franquicias, ya no valían las trilogías ni las películas en solitario, no, se tenían que producir cuanto más películas mejor para integrarlas en un universo compartido… y cuantas víctimas ha tenido esto por el camino. A parte de algún patinazo de Star Wars, DC intentó ir a la zaga, pero se la pegó buena con el hecho de empezar la casa por el tejado, algo parecido a lo que les sucedió a los señores del Dark Universe con La Momia de Tom Cruise… pero estoy divagando, volvamos a la primavera de 2012.
Creo que la sensación de entrar en la sala y saber que estaba viviendo algo único —aunque luego fui un par de veces más al cine— solo estaba superada por el estreno del Episodio III de Star Wars. De aquella dependía el futuro de unas películas que habían pasado de ser un género menor a ser los taquillazos de cada año estaba en ese momento crucial… pero Marvel no decepcionó y cumplió sus objetivos y las expectativas de todos al presentarnos a los Vengadores, esos héroes que parecían el cajón de sastre ante el hecho de que no se poseían los derechos de los X-Men o los Cuatro Fantásticos, pero que consiguieron ser aún más grandes… con el permiso por el Lobezno de Hugh Jackman.
El reparto estaba escogido y con contratos para varias películas —aunque se hicieron cambios, como con el caso de Mark Ruffalo por Edward Norton—; después de muchos rodeos la dirección y la escritura del guión recayeron sobre los hombros de Joss Whedon que tenía una difícil tarea en las manos, ya que un solo fallo significaría el final. En este sentido, era lo mismo que hizo que Chris Evans rechazara hasta tres veces ser el Capitán América, por miedo a fracasar; Kevin Feige tenía todas las piezas sobre el tablero, solo hacía falta que se realizaran los movimientos apropiados para que fuera un éxito… y fue mucho más que eso.
Esos actores relativamente desconocidos ahora convertidos en estrellas reunieron a sus personajes en una batalla inmensa entre el bien el mal cargada de chascarrillos y enfrentamientos entre ellos, antes de comprender que debían unir fuerzas y convertirse en los héroes más poderosos de la Tierra. A pesar de la fama que poseen todos, cada uno de ellos, como si de sus personajes se tratará, han aceptado formar parte de una película coral, sin dejar de tener su importancia en la trama. Cada uno ha sabido explotar la faceta de su héroe que más éxito ha tenido: Downey avasalla con su humor cínico y punzante, al igual que Ruffalo, que nos sorprende con unas magníficas salidas —que se hace con el papel de Banner en cuanto entra en escena—, mientras que Hemsworth, a pesar de no ser más que un caballero de otra época, es un excelente personaje bandeja para que los otros dos se luzcan. Por su parte la faceta más heroica se la lleva Evans, que sufre de anacronismo, pero sigue sien el héroe original por antonomasia. Sin duda, la mezcla es explosiva y extraordinaria.
Una de las cosas que más se agradece es la espectacularidad, ya que a pesar de tener que seguir a seis superhéroes, cuatro de los cuales son de vital importancia, en ningún momento se deja de lado a ninguno. Cuando no es Iron Man, es el Capitán América o Thor, sin hablar de Hulk, que sorprende a todos. En esta ocasión el personaje digital, que ha vivido una auténtica evolución desde que en 2003 reapareciera, no es tan solo una máquina de destrucción, sino que además se le atribuye una faceta humana, con guiños cómicos y sentimentales, que hacen de esta, la mejor versión.
Durante las más de dos horas que dura la película en ningún momento pierde el ritmo, haciendo que siempre estemos pendiente de la pantalla. Acción, humor y detalles frikis se mezclan para crear una aventura que sin duda nos deja pegados a la butaca… y por muchas veces que las veamos siempre es como si fuera la primera que lo hiciéramos, ya que, aunque ya han pasado siete años de ella, tiene una frescura que la hace mejor entrega protagonizada por los Vengadores —con permiso de la dupla Infinity War–Endgame—; por un lado no peca de la sobredosis de héroes que supuso La era de Ultrón, pero por el otro tiene un argumento lo suficiente potente como para que, a pesar del uniforme del Capitán América, jamás deje de funcionar. Y es aquí cuando tenemos que mencionar una de las partes vitales de esta trama, que no es otra que la presencia de Loki como villano principal. Después de brillar con luz propia en Thor, Tom Hiddleston consiguió hacerse un hueco en este evento, a pesar de que se tantearan diversas opciones como Cráneo Rojo o Zeke Stane —hijo de Obadiah Stane—, al final la responsabilidad de ser el malo de la peli cayó en manos del actor británico que, una vez más, tocó el cielo y nos enamoró a todos… como siempre ha hecho después. Pero lo que nadie se esperaba era que, al final de los créditos, en lugar de una broma o de algo que nos dijera que pasaría en la siguiente película, se lanzó una perla con un Thanos sonriente que hasta este 2019 no ha quedado resuelta… y mira que se dio vueltas al asunto.
En resumidas cuentas, y para no alargarme más, tanto Los Vengadores como la Fase 1 consiguieron dar en el clavo de lo que el público deseaba ver en el cine, haciendo que Marvel —y ahora también Disney— se llenara los bolsillos a espuertas superando una vez tras otra los récords de taquilla. Pero lo más importante de todo es que durante once años hemos tenido asegurados entre dos y tres estrenos al año de buen cine que, a pesar de alguna decepción, han cumplido siempre… esperemos que siga así de ahora en adelante.