
Con Megalodón tenemos a una de esas típicas películas perfectas para ver en verano, donde nuestro cerebro se reblandece por el calor y los productores de cine aprovechan esto para colarnos la morralla que en otra época del año sería un suicidio estrenar. Megalodón podría considerarse como una película de serie B, como las de Asylum, pero con presupuesto de gran producción. Además aprovechando el potencial del gran mercado chino donde la película se puede salvar económicamente.
La historia se centra en la Fosa de las Marianas, donde se cree que el fondo marino en realidad es una capa de gas y más debajo hay un ecosistema que ha quedado incomunicado con el resto del océano, tras enviar un submarino a comprobarlo, los científicos descubren que allí hay animales nunca vistos antes, algunos de los cuales se creían extintos.
Si pensamos en películas de tiburones, la primea que nos viene a la cabeza es la de Steven Spielberg, evidentemente la de Megalodón no hay que compararla con esta por razones obvias, de hecho habría que tirar por una de blockbuster parecido, la que más se le acerca posiblemente sea la de Deep Blue Sea (1999), una película que está a su misma altura donde el tiempo de estreno es lo más diferenciado, y es que me refiero a que hace una década o dos las películas palomiteras ofrecían más, en general, que las actuales. Esto se nota en lo políticamente correcta que son las películas actuales, donde tenemos representación de todo tipo de géneros, ahora el negro ya no muere primero, el malo es un hombre blanco de mediana edad, las mujeres fuertes e independientes y donde a pesar de ser una película de un tiburón enorme y monstruoso no hay sangre ni ningún miembro seccionado, todo muy blanco, para que nadie se ofenda y la pueda ver toda la familia. Algo de lo que el propio actor Jason Statham se quejaba “¿donde está la puta sangre?” dijo cuando estrenaron la película, y es que al parecer habían escenas más violentas de las que se mostraron. No me estoy refiriendo a que una película tenga que tener gore sí o sí, de hecho hay maneras de no mostrarlo explícitamente jugando con la tensión y el fuera de plano por ejemplo, aquí evidentemente no hay nada de ello, que el tiburón se coma alguno de los personajes te va a dar igual porque los protagonistas son totalmente planos y sin ningún tipo de interés, el único que se salva es el propio Statham y más por su carisma que por lo que haga en la peli, del resto no te vas acordar, exceptuando a la protagonista china por esa forzada tensión sexual con el protagonista. En cuanto a nivel visual, mucho CGI pero poco aprovechado, el megalodón no parece tan imponente como debería de ser. Pasa lo mismo que en Jurassic World, donde una película con animatronics como en Jurassic Park o en la Tiburón de Spielberg le dan mil vueltas a cualquier criatura de las actuales, pero bueno, eso no es culpa de la película, al fin y al cabo esto pasa en todas las películas de hoy en día.
En general Megalodón entretiene lo suficiente como para no dejarla a medias, pero que se queda lejos de lo que podría haber ofrecido, dicen que quieren crear una franquicia al estilo Jurassic World, mucho tendría que mejorar para que valga la pena hacer una continuación.