
Allá por los años sesenta alguien tuvo la genial idea de reunir a lo que se conocía como el Rat Pack y ponerlos a todos juntos frente a las cámaras en una peli que se en nuestro país se conocería como La cuadrilla de los once. Juntaron a Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davies Jr., Joey Bishop y Peter Lawford, además de unos cuantos buenos y eficientes actores de la época y tuvieron una de las películas más emblemáticas de la época y del género de ladrones que, por el motivo que sea, siempre ha ido un poco a la cola en cuanto a cantidad… pero no en cuanto a calidad.
Unas cuantas décadas después, igual que se había tenido una buena idea, se tuvo otra igual de buena: hacer un remake actualizado de aquella maravillosa película y, para sorpresa de todo el mundo, lo hicieron incluso mejor. No era ninguna sorpresa, Steven Soderbergh confío en un equipo que, en el que si nadie fallaba, se convertiría en el robo… quiero decir película perfecta. George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Elliott Gould, Carl Reiner, Scott Caan, Casey Affleck, Eddie Jemison, Bernie Mac, Shaobo Qin y Don Cheadle se convertirían en los nuevos “Once de Ocean”, y además contarían con la participación de Andy Garcia y Julia Roberts. La nueva versión rezumaba elegancia y estilo por los cuatro costados, se supo combinar a la perfección los carácteres de los personajes, elaborar una banda sonora genial y crear un ambiente que te trasladaba a Las Vegas, pero no a la de C.S.I., sino a la de las grandes apuestas, como la del plan de los protagonistas.
Tras cuatro años entre rejas, Danny Ocean sale libre con una sola idea en mente: dar el golpe de su vida y de la historia de los robos. Danny recurre a su mano derecha, Rusty, que no duda en unir fuerzas en algo aparentemente imposible: robar tres de los casinos más grandes de Las Vegas, el Bellagio, el Mirage y el MGM Grand, propiedad del implacable Terry Benedict. Para ello, reunirán a un equipo de expertos que les permita acceder a la cámara acorazada del Bellagio la noche del combate del siglo, coger todo el dinero y salir por la puerta principal sin que nadie los detenga… Algo imposible, salvo para ellos, que son de los mejores del gremio.
La premisa de la película es sencilla: un robo, nada más, no hay nada más que añadir salvo una puesta en escena redonda, una factura perfecta y dos horas del más puro entretenimiento cinematográfico de los últimos años. En la actualidad la mayoría de gente ya sabe como termina la película, sin embargo, la manera en que se narra la historia, en la que van encajando todas las piezas , y en la que nada falla con un final sencillo pero redondo. Por ese motivo, podemos decir sin miedo a equivocarnos que estamos ante una de esas películas que te hacen vibrar cada vez que las ves, de las que sudas la gota gorda cuando no sabes si lograran conseguir su objetivo, aunque la hayas visto miles de veces. ¿Y como lo consigue habiendo pasado más de diez años desde su estreno? Siendo un producto original que, aun partiendo de remake, supo demostrar que había más cosas que contar y cuyo objetivo no era solo hacer caja, sino agradar a un público muy exigente.

Sin duda alguna, una de las bazas de esta película es el reparto. No puedes tener uno como el que ya he mencionado más arriba y, hablando en plata, cagarla. Cuando consigues un grupo como este tienes claro que la cosa será un éxito. Sin embargo, se debe tener en cuenta que, por aquel entonces, muchos de los actorazos que salen todavía no tenían ese letrero colgado de la frente, George Clooney todavía no era el galán que es ahora, Brad Pitt era solo una cara bonita que salía con la Rachel de Friends, Matt Damon todavía no había despuntado como Jason Bourne, etcétera, etcétera. Puede que las únicas estrellas consagradas fueran Carl Reiner, Andy Garcia, Julia Robert y Elliott Gould, pero no eran los protagonistas de la cinta, simplemente eran apuestas seguras. Y, como no acostumbra a pasar en los casinos, por una vez la banca no ganó y dio lugar a una de las trilogías más espectaculares de la historia del cine. Por mucho que se critiquen sus secuelas, en vista de lo que tenemos hoy en día en las salas, nos damos cuenta que tan malas no eran, ya que supieron llegar a los corazones del público y hacerse un hueco en ellos para que, a día de hoy, todo el mundo sepa quienes son los mejores ladrones del mundo del cine.