Seguimos repasando la contribución de Queen en Highlander (1986) con el tema principal de la película. La canción, fuertemente asentada en las bases del hard rock, suena en los títulos de crédito iniciales del film. Se trata de «Princes of the Universe».
Freddie Mercury compuso enteramente la canción teniendo como único anclaje el que debía ser el título de la película en sus inicios. Este «Princes of the Universe» hacía referencia a la consideración de los inmortales como Dioses que viven entre nosotros mientras demuestran su valía en un juego ancestral y perpetuo. Freddie se hacía eco de todo ello en la letra y, en cuanto a la música, apostó claramente por un regreso a las raíces de la banda en los setenta, cuando el hard rock y el heavy metal constituyeron la base sobre la cual edificaron gran parte de sus composiciones. La canción es dura, fuerte y no le teme a la discontinuidad sino que la busca para que la siguiente estrofa resuene más vigorosamente.
El vídeo-clip fue nuevamente dirigido por el realizador de Highlander, Russell Mulcahy, y tuvo lugar en uno de los decorados usados en la película, dentro del complejo de los estudios Elstree (Londres). El montaje intercala a la banda con escenas de la película. Además, aparece el propio Christopher Lambert, caracterizado como Connor MacLeod, enfrentándose a Freddie.
A pesar de que la exhibición cinematográfica de la película no fue precisamente un éxito comercial, el consumo posterior doméstico batió cifras de alquiler en los vídeo-clubs, generando un seguimiento que convirtió a Highlander en cinta de culto. Fue por todo ello que la saga fílmica continuó en los años posteriores con una serie de secuelas. También llegó a la televisión con una serie que se emitió durante seis años. En Highlander: The Series, el tema de los títulos de crédito fue «Princes of the Universe».
Y llegamos a una de las baladas más hermosas jamás compuesta. Se trata de un tema emblemático en el legado de la banda. Una de aquellas piezas que, hoy en día, Adam Lambert sigue cantando en las giras que realiza junto a Brian May y Roger Taylor. Nos referimos a la impresionante «Who Wants to Live Forever».
Brian May quedó inspirado por la secuencia en que Connor y Heather disfrutan felices de su vida en común hasta que el inexorable paso del tiempo hace su cruel aparición. Heather va envejeciendo mientras Connor se mantiene inalterado. La progresiva decrepitud conduce a la inevitable muerte de la amada. Conmovido por la secuencia que pudo ver en la sala de montaje, May empezó a componer una pieza que tendría un eco emocional potentísimo. Para darle mayor escala, amplió el espectro al abrir la pieza a la presencia de una gran orquesta. Michael Kamen, compositor de la banda sonora instrumental de la película, colaboró con May encargándose de los arreglos orquestales. Roger Taylor se adaptó a la percusión de tipo orquestal mientras que John Deacon no participó en la grabación del tema. Quien sabe si fue un ajuste de cuentas por lo ocurrido con «One Year of Love».
No obstante, Deacon sí tiene presencia en el vídeo-clip, al frente un contrabajo. May se coloca inicialmente en el piano y comienza la parte vocal cantando la primera estrofa. Por contra, en la versión fílmica, Mercury se hace cargo de todo el fraseo, manteniendo las aportaciones de May en el «But Touch my Tears with your Lips». Asimismo, el posicionamiento del solo de guitarra en la canción es otro prodigio.
El clip promocional fue dirigido por David Mallet y se rodó en un antiguo almacén del East End londinense. Podemos ver a Michael Kamen dirigiendo a la National Philharmonic Orchestra y al coro infantil de cuarenta integrantes. El resultado es una auténtica maravilla compositiva e interpretativa que funciona espectacularmente dentro y fuera de la pantalla.
El Kurgan al que da vida Clancy Brown es uno de los villanos más impíos y sádicos del cine contemporáneo. Su vileza y repugnancia son factores clave en la construcción del personaje. Quizá por todo ello, Brian May compuso un tema alrededor del Kurgan que destaca por su deriva hard. Freddie Mercury y John Deacon odiaban profundamente la canción «Gimme the Prize (Kurgan’s Theme)» y Russell Mulcahy afirmó que era la pieza que menos le gustaba de todas las que presentó la banda. La composición bebe directamente de las fuentes del heavy metal e incluye varios fragmentos de voz de la película.
El último y definitivo tema es el pop ochentero «Don’t Lose Your Head», compuesto por Roger Taylor para la secuencia en la que el Kurgan rapta a Brenda (Roxanne Hart). La cantante británica Joan Armatrading realizó algunas voces auxiliares en la pieza. No debemos confundir esta canción con otra, de idéntico título, que compusieron los miembros del grupo INXS, Michael Hutchence y Andrew Farriss, para el disco Elegantly Wasted (1997).
En resumen, un trabajo espléndido de Queen para una película que, si bien no resulta memorable ni mucho menos, tuvo un impacto cultural en la época. Su calidad cinematográfica está lejos de otros títulos de su género, pero la aportación musical que la acompaña ha dejado una huella persistente en el tiempo.