Tras el estreno de la última película de Riddick que mejor momento que hacer un repaso a la saga y ver lo que nos ha deparado nuestro querido asesino.
La leyenda de Riddick comenzó en Pich Black (David Twohy, 2000), una película de bajo presupuesto, nada pretenciosa en la cual predominaba el terror y suspense. Narra la historia de una nave de pasajeros que se desvía de su rumbo y se estrella en un planeta desconocido, de los pocos supervivientes que quedan uno de ellos es un preso muy peligroso, su nombre Richard B. Riddick, pero no es a él a quien deberán temer, ya que casualmente en ese planeta va a ocurrir un eclipse perpetuo que dejará al planeta en la oscuridad absoluta, además unas criaturas emergerán del subsuelo con muchas ganas de fiesta. De modo que a la tripulación no le quedará más remedio que recurrir a la ayuda de Riddick y de su valiosa visión nocturna.
Bien fue una gozada encontrar en esta peli un personaje carismático como Riddick, un antihéroe frio y duro, que no le preocupa nada mas que su vida, con sus gafas de piscina para que la luz no le moleste y su camiseta de tirante negra marcando músculo. Vin Diesel da vida a este personaje y posiblemente le dio la fama que lo impulsaría a hacer A todo gas (2001) o Triple X (2002), y es que no era nada mala esa película, entretenía y te lo pasabas bien. De hecho podría haberse considerado peli de culto si no fuera por las secuelas que se hicieron.
Porque pasado unos años vieron que Riddick tenía tirón y pretendieron hacer una trilogía, así llegó en 2004 la segunda peli llamada Las crónicas de Riddick, del mismo director, su idea era crear un universo y hacer una especie de Star Wars oscura. Para ello se inventaron una raza llamada los Necróferos que conquistan y destruyen planetas a su paso. Su líder el Lord Mariscal pretende llegar a lo que llaman el Subuniverso, y lo único que le puede parar los pies es una antigua profecía que dice que morirá a manos de un furiano. Efectivamente Riddick es ese furiano y efectivamente se cargará al Lord mariscal. El lema de los necróferos es “uno es dueño de lo que mata”, Riddick se convertirá en el nuevo Lord Mariscal de los necróferos al final de la peli. Ese es el argumento a groso modo de Las crónicas de Riddick, buscaban una trama más compleja y más toques de ciencia ficción y además contaban con un presupuesto a la altura de una superproducción. Nada de eso hizo que se convirtiera en un peliculón, no convenció del todo y fue poca la recaudación que tuvieron. Aun así la peli tiene algunos momentos muy buenos como las escenas ambientadas en el planeta Crematoria, o el mercenario Toombs, pero da la sensación que podría haber sido mucho mejor si se hubieran centrado en hacer un continuación mas parecida a la de Pitch Black en lugar de fliparse con los necróferos, furianos y elementales.
Debido a eso parecía que no iban a continuar con la saga –además Vin Diesel seguro que estaba muy ocupado haciendo toda la saga de A todo gas- pero al final este año se han dedicado a estrenarlo bajo el nombre de Riddick, a secas. Supongo que el director, que es el mismo también, pensó: lo que le mola a la gente es ver a Riddick como se vio en la de Pitch Black, y eso intentó hacer, básicamente Riddick es Pitch Black solo que a las malas. Para empezar se cargan la historia de los necróferos, Riddick que se supone que es el nuevo Lord Mariscal es desterrado a un planeta desértico, lleno de bichos terribles. Sólo en ese mundo y bajo la escusa de: “me he civilizado, debo sacar mi lado animal otra vez” se dedica durante buena parte del principio de la película a curarse macabramente y a cocinar bichos. En una mezcla entre Náufrago, El último superviviente y Soy leyenda. Pasado un tiempo y con una mascota a su lado, una especie de chucho-hiena-guepardo, observa que se acerca una tormenta bestial. Ya va siendo hora de salir de ese lugar se dice a sí mismo, y activa una baliza de emergencia para que algún mercenario acuda a matarlo. Al poco rato acuden dos naves de mercenarios, una comandada por Santana (Jordi Mollà) un tipo que parece muy duro al principio pero luego se demuestra que es un simple bufón para dar un toque de humor absurdo a la peli –que no le hacía falta- acompañado por Batista, si si el de lucha libre. La otra está el tipo duro de verdad y con la compañía de Katee Sackhoff -Kara la de Battlestar Galactica- haciendo de Kara por supuesto. Total Riddick se carga a unos cuantos hasta que lo capturan, entonces antes de matarlo hace un trato con los mercenarios ya que dice que dentro de muy poco pasará algo terrible. Y es que si en Pitch Black ocurría un eclipse que dejaba el planeta a oscuras y lleno de bichos, en este caso es una mega tormenta que atrae a unos bichos anfibios muy feroces, y oscuridad también. Así que no queda más remedio que liberar a Riddick para que los ayudes gracias a su visión nocturna. Y ya está, a partir de aquí el transcurso de la historia es similar al de la primera peli solo que sin ningún tipo de aliciente, situaciones parecidas que lo único que hacen es que la compares con la primera y darte cuenta que podrías estar viendo esa en lugar de esta. Lo único que se salva de la película es la estética steampunk y algunos momentos de acción, pero lo que es el guion está lleno de diálogos absurdos propios de niños.
Es una lástima porque me considero fan de Riddick y no quiero que al final termine odiándolo. Siempre he pensado que Las crónicas de Riddick estaba fuera de lugar y deberían haber seguido con el estilo de la primera, de hecho hay incluso un par de videojuegos y una OVA que no están nada mal, no sé si habrá una cuarta –aunque últimamente Vin Diesel quiere hacer todas las secuelas que antes se negaba a hacer- pero si es el caso espero que le den al personaje una peli en condiciones.