
Tras capturar a un temible villano como siempre hacen, los miembros de Mystery Machine se enfrentan porque Fred se otorga la autoría del plan de Velma, y, después, ambos se ríen de Daphne que siempre termina siendo la damisela en apuros. La discusión va a mayores y deciden separar sus caminos, provocando que solo dos de ellos, Shaggy y Scooby permanezcan unidos. Al cabo de dos años, durante los cuáles cada miembro ha perseguido sus sueños, la extraña invitación de Emile Mondavarious para que los visite en su parque de atracciones, Spooky Island. Cuando se reencuentran ninguno de ellos querrá volver a trabajar en equipo, pero cuando el peligro se torna mucho más real de lo que esperan, descubrirán que no pueden salir adelante sin la ayuda de los demás.
De la mano del por aquel entonces novato en Hollywood, James Gunn, que venía de escribir guiones para Troma, surge esta cinta que lleva al presente —de principios del año 2000— un clásico de la animación televisiva como es Scooby-Doo. El resultado final pretende ser una suerte de secuela de la serie, ya que empieza con la resolución de un caso muy al estilo de pandilla de Scooby, sin embargo, antes de llegar a este producto con tintes de comedia familiar, lo cierto es que se pretendía hacer una versión mucho más adulta. La idea inicial suponía romper con todo lo establecido y crear una comedia para universitarios protagonizada por Shaggy y compañía, en la que los chistes enfocados a este público y las escenas rompedoras —com un beso entre Velma y Daphne— estaban en el orden del día, llegando al punto que podía considerarse una parodia de la serie original, que se ambientaba en la época del amor libre y los hippies —Shaggy es el ejemplo más claro—, pero que no se decía específicamente. Sin embargo, a medida que se avanzó en la producción, incluso con el reparto contratado, se fue modificando todo para ampliar el espectro de público y llegar a ser una cinta family friendly. No sé si fue pero el remedio o la enfermedad.
El casting se hizo con esmero, y a pesar de que sonaron muchos nombres como Mike Myers o Jim Carrey, al final los escogidos fueron Freddie Prinze Jr. como Fred, Sarah Michelle Gellar —Buffy la cazavampiros para los amigos— como Daphne, Linda Cardellini —que más adelante sería la esposa de Hawkeye en el UCM— como Velma y Matthew Lillard como Shaggy, para dar vida a los miembros de Mystery Machine, junto a un Scooby hecho con CGI y con la voz de Neil Fanning. Lo cierto es que fue un reparto de lujo para esta cinta, muchos de ellos provenían del cine de terror, habiendo participado en cintas como Scream o Sé lo que hicisteis el último verano, pero es que también está sorprendente e inexplicable presencia de Rowan Atkinson en el papel de un villano exagerado, muy sobreactuado y muy lejos de las cuidadas interpretaciones del británico.

Con una historia que no es la que se pretendía y que se suavizó al máximo, cona adaptación un poco simplista de una serie que, de base, también era bastante sencilla, con un reparto que de entrada siempre tuvo reticencias y un director habitual de las comedias socarronas y/o infantiles, todo hacía augurar que sería un desastre… y lo fue. Lo cierto es que la peli es de esas que se produjeron en masa a principios del 2000 —como aquella en la que Robert De Niro hizo de villano de Rocky y Bullwinkle— y a pesar de que la idea original y gamberra le hubiera podido sacar mucho jugo, la verdad es que todo no daba para mucho más, pero fue suficiente para que hiciera una taquilla aceptable y saliera lo suficientemente airosa de las salas como para que se planteara una secuela.
Personalmente, como aficionado a todos los productos de Scooby, lo cierto es que la recuerdo con cariño y aunque tengo que admitir que se trata de una peli mala, es un vicio confesable, ya que me lo paso siempre igual de bien, me río con las payasadas de Shaggy y Scooby —que, por cierto, su integración en la cinta es bastante notable para estar hablando de los efectos visuales de hace veinte años—, y considero que el reparto, aunque no se parecen en nada a sus homónimos animados, están bastante bien encontrados, dando como resultado una peli simpática y lo suficientemente corta como para pasar un buen rato sin tener que pensar demasiado.