
Como ya dije en la anterior reseña, todo lo que se hizo a partir de Terminator 2 no existe, es un mal sueño, no hay más pelis, es imaginación nuestra. Y es que con Terminator 3: La rebelión de las máquinas no tuvimos nada que realmente valiera la pena, al fin y al cabo, era más de lo mismo. Aunque, por lo menos, en esta cuarta entrega tenemos algo diferente, algo que era interesante de ver, ya que dejamos la premisa de enviar Terminators al pasado para enfrentarnos directamente en el presente, o mejor dicho, en el futuro, en la guerra contra las máquinas.
El marco temporal de de esta cuarta entrega posiblemente sea lo mejor de la película. Por desgracia, todo lo demás vuelve a no estar a la altura de lo que esta saga se merece. A pesar de ello, Terminator Salvation es la única peli de la franquicia, a parte de las dos primeras, que salvaría (valga la redundancia). Ya que todo el rollo ese de ver a John Connor liderando la resistencia es un punto de vista que todavía no habíamos visto del todo bien. El problema es que esa premisa, no se aprovecha lo suficiente. Para empezar tenemos a un nuevo protagonista Marcus. Una persona que aparentemente donó su cuerpo a una empresa (Cyberdyne) antes de ser condenado a muerte. Sin embargo, se despierta unos cuantos años después en un mundo desolado y en plena guerra contra las maquinas.

Marcus se encontrará por el camino a un joven partidario de la resistencia, su nombre Kyle Reese, el futuro padre de John Connor en el pasado, sí esto es un lío. Por lo que el destino de estos tres terminará por unirse. Sin embargo, la gran sorpresa para nadie es que Marcus es mitad robot, una especie de cyborg experimental con cerebro y corazón humano, supuestamente desarrollado por Skynet para infiltrarse en la resistencia y localizar y matar a John Connor. El caso es que ni el propio Marcus sabia de la existencia de Connor ni en ningún momento tenía la intención de matarlo, por lo que el plan de Skynet es un poco justillo, muy cogido por pinzas. En fin, un intento de desarrollar un giro argumental que en realidad se queda en nada, además de que contradice las anteriores películas, aunque esto ya deja de tener sentido, porque cada película que sacan contradice a la anterior.
Bueno, el hecho es que argumentalmente, la película queda muy por debajo de lo esperado y la mayoría de situaciones y escenas no son nada del otro mundo. Aunque algo bueno que tiene es que a nivel visual y de efectos especiales está bastante bien. No se parece tanto al futuro que salía en la primera y la segunda, pero el estilo este más parecido a lo Mad Max no le queda mal, eso sí, el CGI del chuache como T-800 pasa muy justo.

En cuanto al reparto, a pesar de contar con una cara conocida como Christian bale, es el actor Sam Worthington quien prácticamente acapara el protagonismo de la película. Su papel como Marcus no esta del todo mal, de hecho, lo hace mejor que Bale, que parece que está algo perdido en el papel. Del resto no destaca ninguno, solo Michael Ironside porque hace de líder militar y siempre le queda bien ese rol.
En definitiva, Terminator Salvation no consigue repuntar el fracaso de la anterior, aun así ya digo que es la única salvable de todas estas nuevas pelis, ya que como me ha demostrado la industria del cine Hollywoodiense, siempre se puede hacer peor.