Ya cuando hablé de God’s End mencione el título que ahora tenemos entre manos, y si bien dije que pronto hablaría de él, puede que ese pronto se haya alargado más de lo que yo esperaba, pero creo que la primera publicación de Gerardo Preciado y Daniel Bayliss mediante Moon Head Press debe tener un espacio en nuestra web.
Así como después lo hicieran con Superman, en este cómic de unas escasa catorce páginas, la dupla de autores mexicanos nos sumergen en el universo de Batman para ahondar en la extraña relación que hay entre el caballero oscuro y su más famoso archienemigo, el Joker. En muchos aspectos, este cómic se centra en preguntarse por que, después tantos crímenes por parte del payaso del crimen, Batman nunca pierde la compostura y acaba con él de una vez por todas; después de tantas ocasiones que ha tenido en las manos para acabar con él, porque sigue empecinado en encerrarlo en Arkham hasta su siguiente fuga; porque sigue manteniéndolo con vida una vez tras otra, tras otra… Pues la respuesta que se nos plantea es muy sencilla: lo quiere, lo ama, como si en otra vida hubieran sido pareja. Es decir, la solución a tal enigma no es otro que payaso y murciélago hace años que están sumidos en una relación muy tóxica en la que ninguno de los dos da su brazo a torcer hasta el momento que tiene lugar esta historia… en la que Batman parece tomar la decisión final y termina con el Joker de la única manera que podía acabar con él, matándose a sí mismo.
En apariencia, se trata de una historia sencilla más pensada en explorar los humanos tras las máscaras, pero en realidad es una profunda reflexión filosófica y psicológica de estos personajes tan populares y que tanto gustan alrededor del mundo. Es cierto que es una pregunta innecesaria, no dejan de ser unos superhéroes como otros, pero lo interesante es ver como algo tan banal como un ricachón disfrazado de murciélago y un payaso zumbado pueden aportar tanto a la psicología humana.
Además, todo ello esta puesto ante nosotros con una grafía que encaja la perfección con el tono del universo Batman, tiende a ser oscuro, sangriento, cruel en muchos aspectos, descarnado en otros, demostrando que al ser un fanfiction da la libertad suficiente para tratar a los personajes como uno prefiera, pero sin perder su esencia. Es cierto que a nivel artístico es mucho más espectacular God’s End, pero es que encaja con la historia, demostrando el talento de Bayliss al momento de saber lo que está dibujando en un momento u otro, a la par de la narrativa de Preciado.
Así pues, como sucedía con el epílogo centrado en Superman, en este caso estamos ante un final muy apropiado para Batman y aunque nos pese la crueldad del Joker al llevarse por delante a Gordon o a Alfred, debemos admitir que, sin lugar a duda, encaja conceptualmente con el mundo del caballero oscuro.
En definitiva, una obra esencial para los amantes de DC, pero también para aquellos que quieren ir un poco más allá del mero relato de acción protagonizado por tipos en mallas, demostrando que se puede contar mucho más en cualquier medio, incluso en un cómic de una quincena de páginas sobre Batman.