
Britt Reid es el hijo desmadrado del director del periódico The Daily Sentinel de Los Ángeles, que solo piensa en fiestas y más fiestas, hasta que su padre muere por la picadura de una abeja. Traumado por la muerte pero liberado de la presión que ejercía sobre él su padre, en medio de un acto vandálico contra la estatua de su padre, salva a una pareja de una banda, y decide que, junto a su chófer, Kato, que tiene más de una habilidad escondida, se convertirá en un héroe, el Avispón Verde. Con un coche armado hasta los dientes se la pareja de héroes en prácticas se paseará por las calles de Los Ángeles luchando contra el crimen, con la mala suerte que molestarán al jefe mafioso que controla los bajos fondos, Chudnofsky.
Michael Gondry, Seth Rogen y Evan Goldberg recuperan a un héroe de la radio que pasó más tarde a la pantalla con Van Williams y Bruce Lee como protagonistas, este héroe se llamado The Green Hornet y su ayudante Kato regresan a la gran pantalla con una comedia de acción… que seguramente tiene más de comedia que de acción, pero bueno, era algo inevitable teniendo en cuenta quien hay tras la producción.
Seth Rogen, además de guionista, en esta cinta se convierte Britt Reid — una suerte de Bruce Wayne menos trascendental—, un papel que evidentemente esta hecho a su medida, un tipo gamberro con pretensiones de tipo duro y muy bocazas, que a la mínima actúa como un niño, algo que a Rogen se le da muy bien y con lo que consigue arrancarnos más de una sonrisa e, incluso, una carcajada. Su compañero inseparable, y el que realmente es el héroe, es Jay Chou, que tiene la ardua tarea de llegar al nivel de Bruce Lee, y la verdad es que lo consigue, aunque con un estilo diferente, del que ya pudimos disfrutar en Kung Fu Basket (2008). Cameron Diaz, por su parte, en un papel muy secundario luce su estrella, como es habitual, pero siendo ya una actriz de valía, que a pesar de que aquí hace más o menos el papel en que ha estado encasillada siempre, lo hace consciente de ello. Finalmente, debemos hablar Christoph Waltz, ganador de un Oscar por ser un villano brillante y perfecto en Malditos Bastardos (Quentin Tarantino, 2009), aquí, como jefe mafioso que ve que su estilo se ha pasado de moda y quiere modernizarse y no sabe como, y aunque se nota que sigue teniendo el talento que lo llevó a lo más alto, la calidad de la producción pesa sobre sus espaldas.

Estamos ante una de esas cintas que no son un películón ni una obra de arte, pero con la que podemos disfrutar bastante si nos dejamos llevar por la dinámica y la intrascendencia de la trama, que solo pretende hacernos reír con estos héroes un tanto atípicos. En este aspecto, The Green Hornet se pone en la línea de lo que ya vimos en Kick-Ass o Scott Pilgrim, dos filmes que pueden considerarse del mismo subgénero de cómic, comedia y acción.
Después de que los grandes clásicos de los superhéroes hayan pasado ya multitud de veces por la gran pantalla, como Spiderman, Batman, los X-Men, y ese largo etcétera que todos conocemos. Los estudios se pusieron a rascar en el cajón del género en busca de nuevos personajes para nuevas franquicias, seguramente más secundarios, en las que la ya mítica frase de “un gran poder conlleva una gran responsabilidad” es substituida por el buen humor y las historias más humanas. Sin embargo, como demostraría Marvel, los Green Hornets, por muy buenos que sean y muy bien llevados a la pantalla que estén, no tienen nada que hacer contra la maquinaria de crear personajes del estudio de los Vengadores y de la producir pelis de Disney.
A pesar de los múltiples defectos, y hecha en un momento en el que Seth Rogen todavía no había empezado a hacerse cansino como había sucedido con Adam Sandler o Will Ferrell, estamos ante una de esas pelis que se dejan ver y disfrutar, sobre todo en una lluviosa y aburrida tarde de fin de semana, que además de hacernos “flipar”, nos hará reír con sus perfectas ocurrencias.