Tras el buen sabor de boca que dejó X-Men: Primera Generación y sabiendo que ésta continuaba lo mostrado en la anterior y además conectaba con la trilogía de X-Men y las de Lobezno, había muchas ganas de ver como les quedaba todo. Hay que reconocer que no era fácil después de todo el cacao que se había generado en las anteriores, sobretodo en esa X-Men: La decisión final que nos dejó a todos un poco decepcionados. Contar con la aparición de un Charles y en Eric jóvenes y mayores era uno de los alicientes de esta película.
La historia transcurre años después de X-Men: La decisión final. Los humanos han creado un arma definitiva para acabar con los mutantes. Una especie de robots llamados Centinelas con las características propias de los mutantes. Su poder hace que el futuro se haya convertido en mundo desolado y devastado. Los pocos supervivientes que quedan intentan luchar a la desesperada sin mucho éxito. Entre ellos el grupo de los X-Men, junto con Magneto, deciden poner en marcha un plan muy arriesgado, enviar al pasado a Lobezno, concretamente al año 1973 y evitar que Mística mate a Bolivar Trask ya que esto ocasionará que se creen los centinelas en el futuro. Para ello, Lobezno deberá encontrar y convencer a Charles y Eric, el profesor Xavier y Magneto los cuales han cambiado mucho.
Los trailers daban la sensación de que iba a ser una buena película al nivel de la de Primera Generación y lo han conseguido, han sabido aprovechar las virtudes y las posibilidades que daba mostrar dos épocas distintas. Esta claro que la que se lleva la palma es la época del pasado, en ella el profesor Xavier está muy de capa caída, ha perdido la fe y la esperanza y se refugia en su mansión abandonada donde daba clases a sus alumnos. Además se inyecta un suero que disminuye el poder mutante y le permite volver a caminar. James McAvoy ya lo hizo muy bien en la anterior y en esta mejora notablemente, adquiere mas protagonismo y nos muestra una parte poco conocida del profesor. El otro personaje importante es su viejo amigo Eric interpretado por Michael Fassbender, sin duda la mejor pareja y la base fundamental de la historia. Ver a Magneto pasándose de la raya y a Charles intentando guiarle por el buen camino que nunca parece encontrar. Y como siempre Hugh Jackman haciendo de Lobezno y demostrando que tiene que estar ahí siempre, ya sabemos como es con su toque de humor y de tipo duro. Es curioso porque Lobezno queda mejor como secundario que como principal y en esta ocasión, a pesar de que él es la clave para juntar a los otros dos queda relegado en la mayoría de escenas, dejando paso al duelo entre Xavier y Magneto. Y en esta ocasión además gana fuerza Mística/Raven, Jennifer Lawrence, la actriz de moda, coge mucho protagonismo y se convierte en pieza clave de la trama. Todo esto sin olvidar a los míticos Patrick Stewart y Ian Mckellen o a los otros personajes como el hombre de hielo, Tormenta, Bestia, Coloso, etc. La época del futuro queda muy relegada y simplemente acaba siendo una trama para dar un poco de tensión y de cuenta atrás a los hechos que están ocurriendo en el pasado.
La peli en general está muy bien aunque hay ciertos fallos e incongruencias debido a las pelis de la trilogía, como era de esperar por el tiempo en que se hicieron, por ejemplo: Kitty (Ellen Page) de repente tiene el poder de enviar gente al pasado (de echo envía sus mentes a sus “yos” del pasado) algo que nunca nos han explicado. Del mismo modo que Raven y Xavier se conocían de pequeños y en la trilogía original no se hace ninguna mención al respecto, o por qué no aparece el hermano de Logan, Dientes de sable, si antes siempre estaban juntos (como en X-Men Origines), o el uso de mutantes menos conocidos como Blink, Bishop o Warpath (Sendero de Guerra) muy poco aprovechados, tampoco es que la trama diera mas opción. Aunque si hay ciertos guiños interesantes como un joven Stryker o uso de los hechos históricos como parte de la trama, si en Primera Generación se mostraba la crisis de Cuba y el tema de la guerra fría, en esta nos cuenta lo que pasó con la muerte del presidente Kennedy y el gobierno de Richar Nixon. Además el personaje del Dr Bolivar Trask es interpretado por Peter Dinklage, si si Tyrion Lannister.
En general la peli te deja un buen sabor de boca y mantiene el nivel de la última, desde mi punto de vista sin llegar a ser mejor que la de Primera Generación. Momento especial la aparición de Mercurio (Quicksilver) y su impecable, divertida y memorable escena. Solo por eso ya vale la pena verla. Y como siempre la película nos regala una escena post-créditos, para disfrute de los mas acérrimos fans.