Después de esa primera trilogía de X-Men, que empezó bien pero terminó muy regulera, y después de sobre-explotar al personaje de Lobezno en X-Men Orígenes: Lobezno. Se hizo algo que está muy de moda últimamente, empezar una nueva saga. En esta ocasión, desde los orígenes de la creación de los X-Men por parte del profesor Xavier.
X-Men: Primera generación es la demostración de que una película de superhéroes se puede hacer bien. Dentro de lo que cabe, es una película bastante arriesgada ya que no vamos a contar con los personajes habituales de la saga. Me refiero en especial a Lobezno (Hugh Jackman) el cual era el protagonista indiscutible de las anteriores pelis y aquí solo está de cameo, tampoco veremos a Cíclope, Tormenta o Fénix. El peso de la peli recae en los inicios del profesor Xavier (James McAvoy) y la amistad/rivalidad con Magneto (Michael Fassbender), así como la relación que tienen con Mística (Jennifer Lawrence).
La trama nos muestra básicamente como se creó los X-Men, aprovechando momentos históricos reales (como la crisis de los misiles de Cuba) y el origen de ese odio/miedo hacia los mutantes, lo que generará divisiones y enfrentamientos entre humanos y mutantes en los años venideros, algo que vimos en la trilogía original y en la secuela X-Men: Días del Futuro Pasado. El origen por así decirlo, es el intento por parte del villano en generar una guerra mundial atómica.
Quitando las diferencias que pueda haber con los cómics, creo que es de los mejores inicios que se han hecho en una peli de superhéroes. Tenemos una trama interesante, un estilo visual realista, buenos efectos especiales y sobretodo, unos personajes complejos y creíbles. Por un lado, Charles Xavier es un hombre idealista que cree que los mutantes y los humanos pueden vivir en paz. Por el otro, Erik es un hombre con un pasado trágico que está decidido a luchar por los derechos de los mutantes. Ambos no van a renunciar a sus principios. Esta dinámica entre dos amigos convertidos en rivales es el punto fuerte de la película y añade un matiz emocional que trasciende la acción.
Del resto de personajes, destacan Mística, principalmente porque se encontrará en medio de esos dos caminos entre Charles y Erik, algo que se desarrolla más en la secuela. Y también la agente Moira (Rose Byrne), que es la primera en confiar en el profesor. El villano en esta ocasión es Sebastian Shaw interpretado por Kevin Bacon, que evidentemente lo hace muy bien porque a Bacon le pega ser el malo, aunque las motivaciones del personaje no quedan del todo claras.
El resto de personajes secundarios me parecen todos bastante prescindibles, prácticamente están de relleno y sus poderes no son muy espectaculares que digamos, creo que esta parte es la más floja. Los únicos que se pueden rescatar son Hank por ser Bestia y Alex Summers por ser el hermano de Scott (Cíclope), pero vamos, no hay mucho que rascar aquí
En definitiva, X-Men: Primera generación fue el reinicio necesario de una saga que parecía ir cuesta abajo, mantuvo el nivel en su secuelas aunque al final terminó por ir perdiendo fuelle. Pero está peli, sin duda, esta entre las mejores.